Probamos el smart fortwo EQ 100% eléctrico, el único smart que estará bien visto en las ciudades del futuro

Nota de Motorpasión

En el año 1998 smart, una submarca del Grupo Daimler, revolucionó el mundo de la movilidad urbana con el lanzamiento del smart fortwo, un pequeño biplaza de solo 2,5 metros de largo, tan pequeño que era posible aparcarlo en cualquier hueco. algo básico en tiempos en los que encontrar una plaza de aparcamiento en las ciudades, era un auténtico quebradero de cabeza.

Han pasado los años, el fortwo se ha hecho adulto y con la madurez ha llegado esta versión EQ 100% eléctrica, que corriendo los tiempos que corren, es la opción más lógica para moverse por la ciudad, ya que sigue siendo idóneo para desplazamientos urbanos, y además tiene etiqueta "0 emisiones". Lo hemos probado durante una semana y esto es lo que nos ha parecido.

El coche adecuado que se ha adecuado al momento

Las ventas de vehículos eléctricos no paran de crecer en los últimos meses. Estos coches acumulan un crecimiento en España en la primera mitad del año superior al 50% respecto al año anterior, ventas impulsadas principalmente por su demanda en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona y la previsión es que vayan a más con medidas como la Ordenanza de Movilidad Sostenible que en breve comenzará a afectar a la capital del país o con las nuevas medidas aprobadas para favorecer la compra de coches eléctricos hasta 2020.

Sin duda, las cada vez más comunes medidas de restricción al tráfico en periodos de alta contaminación y las ventajas que premian el uso de vehículos eléctricos en las ciudades, (no tienen que pagar por aparcar en la calle o pueden circular libremente por los carriles de alta ocupación Bus-VAO), hacen de los eléctricos una opción muy a tener en cuenta.

El modelo eléctrico más pequeño del mercado, salvando algunos microcar, es el que hoy nos ocupa, el smart fortwo EQ. Sí, ahora este modelo también adopta la denominación EQ que identificará a todos los modelos eléctricos de Daimler de cara a futuro.

Cambia poco para que todo cambie

La versión EQ del smart fortwo se puede identificar por algunos detalles de la carrocería, como la parrilla delantera que ya no tiene ni necesita entradas de aire específicas, o por las indicaciones electric drive situadas en el diminuto capó delantero o en la tapa del maletero.

También los logotipos identificativos que forman una E con un enchufe, situados en el pilar B posterior en este caso, nos indican que estamos ante un modelo 100% eléctrico. Si no fuese por ellos, habría que afinar el oído para no escuchar nada de ruido con el motor en marcha, porque lógicamente no emite ningún ruido.

Su pequeña y coqueta carrocería de 2,69 metros de largo, cuenta con muchas opciones de configuración, para adaptarse a los gustos de cualquier cliente. En el caso de la unidad de pruebas llevaba el nivel de equipamiento Prime (+1.506 euros), con carrocería pintada en color gris mate oscuro y las llantas Brabus de 16'. Sin duda, muy pintón para su tamaño.

En el interior, el único cambio mínimamente apreciable respecto a las versiones de gasolina lo encontramos en el reloj que flota a la izquierda del salpicadero, donde en lugar de indicar las revoluciones del motor, indica la potencia que estamos utilizando y el nivel de carga de la batería.

El resto sigue siendo idéntico a cualquier otro fortwo, con un interior sorprendentemente amplio para dos pasajeros, con una sensación de calidad percibida en cuanto a materiales y ajustes bastante alta y con un diseño de los elementos que lo componen que personalmente me gusta. Además, hay huecos para dejar todo tipo de objetos cotidianos, tanto en la consola central como en las puertas, que cuentan con huecos muy grandes.

En marcha disfrutando de las prestaciones eléctricas

El fortwo EQ cobra vida girando una llave situada en la columna de dirección. La señal ready en el salpicadero es la que indica que puedes iniciar la marcha, ya que la ausencia total de ruido no nos animaría a arrancar.

El tiempo de carga de la batería en un enchufe convencional de 230V es de 6 horas. Lo hemos cargado dos veces y lo mejor, es que se puede cargar en cualquier enchufe convencional, no como ocurre en otros coches eléctricos.

Si pisas el acelerador con la intensidad con la que lo harías en un coche convencional, lo más probable es que te quedes pegado al asiento durante unos segundos. Sí, aunque no es un coche de planteamiento deportivo, su arquitectura eléctrica y la disposición de par instantáneo desde cero, permiten aceleraciones realmente destacadas.

Sus cifras no abruman sobre el papel: 0 a 100 km/h en 11,5 segundos y alcanza 130 km/h de punta. Pero el dato que realmente hay que tener en cuenta es que hace 0 a 60 km/h (más que suficiente para tramos urbanos) en 4,9 segundos, y ese será el régimen en el que te muevas principalmente, porque es un coche de uso urbano.

Así, las salidas de los semáforos o las incorporaciones en las intersecciones las ataja con tanta rapidez que parece que vamos al volante de un coche mucho más potente. Porque no olvidemos que en posición trasera se esconde un motor eléctrico que genera 81 CV y 160 Nm de par instantáneo.

La dirección es muy suave, tal vez demasiado en los primeros compases, pero una vez que te has adaptado a ella, será fácil llevar el coche por el sitio. Y es que la agilidad es uno de sus puntos fuertes. Pesa ligeramente más que un coche equivalente de gasolina, pero en uso real es una diferencia inapreciable.

Es sorprendente lo rápido que puedes moverte por la ciudad en este coche, y la tranquilidad mental que te dan los 160 km de autonomía y el silencio de marcha absoluto que ofrece.

Así, la combinación de ese par instantáneo, con sus reducidas dimensiones, la dirección suave y alegre y unas suspensiones algo secas pero no incómodas, hacen que el EQ te anime a llevar ritmos alegres, moviéndote entre el tráfico urbano con un nivel superior de agilidad respecto a cómo lo harías en un coche de mayores dimensiones con motor tradicional.

La luneta posterior se abre para poder meter bolsas en el maletero de 230 litros. Si necesitamos más tamaño de entrada, podemos bajar la tapa posterior también.

Y posiblemente su punto fuerte llegue cuando encuentres un hueco para aparcar que se ajuste a su tamaño. No es lo más habitual del mundo ya que cuando queda un hueco libre, suele ser porque otro coche ha salido de el, aunque a veces es cierto que sí quedan espacios muertos entre dos coches donde el fortwo se puede colar.

Y es ahí cuando engranas la R, el motor eléctrico cambia su sentido de giro y descubres que la capacidad de giro de este coche no tiene comparación. Es capaz de girar por completo en muy poco espacio, concretamente en 6,9 metros, casi como si el coche girase sobre su propio eje. Aparcarlo y desaparcarlo será pan comido, y ayuda la cámara de visión trasera.

El EQ dispone de una batería algo más ligera (20% de ahorro) que en el primer smart fortwo eléctrico, la cual teóricamente ofrece hasta 160 kilómetros de autonomía, una cifra suficiente para un modelo de uso eminentemente urbano.

Las ventas de híbridos y eléctricos llevan un crecimiento del 43% en lo que va de año. En septiembre se matricularon 1.014 coches eléctricos en España y más de la mitad fueron en Madrid, un claro indicador de que las restricciones al tráfico están teniendo efecto

No necesitarás cargarlo salvo dos o tres veces por semana si lo usas en trayectos normales, y además el miedo a quedarse sin batería es bastante limitado. Yo he hecho 135 kilómetros en uso normal, sin ir primando consumos. El punto de mejora en esta generación respecto a las anteriores, es que el coche integra un cargador de 7,5 kW que permite cargar las baterías en la mitad de tiempo que antes: tarda 6 horas en alcanzar un 80% en un enchufe convencional (230v 12A) o 3,5 horas a través de un Wallbox (20A).

Lo que sí apreciarás, es que la forma en que lo conduces y cómo tengas configurado el coche afectará de forma muy directa a la autonomía. Así, llevar la climatización activada o el modo ECO sin seleccionar puede hacer que la autonomía disponible se reduzca en un 30%.

También hay que hablar del sistema de regeneración de energía. Cuando sueltas el acelerador y dejas el coche en retención, se percibe que se frena algo más que un modelo de gasolina convencional, especialmente si circulamos con el modo ECO activado.

Lo hace para tratar de aprovechar la energía de frenado y retención, y cuenta con distintos niveles de intensidad, aunque no es algo tan característico y apreciable como ocurre en otros modelos como el BMW i3 o el Jaguar I-PACE, en los que incluso puedes llegar a prescindir de pisar el freno.

El agrado de conducir un coche eléctrico

Durante la semana que pudimos conducir el smart fortwo en uso habitual, eminentemente en ámbitos urbanos e interurbanos, la realidad es que la sensación de agrado en la conducción fue difícil de superar. Es un coche muy cómodo y práctico, y además genera una sensación de paz única el hecho de moverse sin escuchar ni un solo ruido.

En este modelo, he sentido que la insonorización del habitáculo es incluso mejor que en otros eléctricos en los que se suelen percibir con mayor claridad los golpeos de las piedras en los bajos de la carrocería o los ruidos aerodinámicos. Aquí el habitáculo está muy bien aislado, tanto que incluso en carreteras de la periferia a velocidades que superan los 90 km/h, el silencio es el auténtico protagonista.

Si le tengo que poner un “pero”, ese se lo lleva el maletero, y no por su capacidad limitada de 230 litros, lógica en un coche de 2,69 metros de largo, si no por el sistema de apertura que tiene. Obliga a abrir primero hacia arriba la luneta posterior, para después abrir la tapa del maletero hacia abajo, que hace funciones de bandeja. Un sistema engorroso y poco práctico si vas cargado con bolsas.

smart fortwo: nuestra puntuación

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Diseño exterior 8
Diseño interior 9
Calidad 8
Habitabilidad 8
Maletero 7
Motor 8
Seguridad 8
Comportamiento 8
Comodidad 8
Precio 8

A favor

  • Tamaño
  • Sonoridad interior
  • Acabados buenos

En contra

  • Apertura de maletero
  • Opciones caras

El smart fortwo EQ es una versión muy a tener en cuenta por aquellos que quieran un eléctrico de uso eminentemente urbano con el que no contaminar. Su precio de 23.585 euros antes de aplicar ayudas (puedes ahorrarte en torno a 5.000 euros), no parece descabellado para planteárselo como segundo coche para uso en ciudad.

Por calidad de rodadura y autonomía, permite desplazarte incluso a la periferia sin miedo a que se acabe la batería. Como las restricciones a los coches de combustión sigan su curso, no va a haber otra opción que moverse en coche eléctrico y este seguro será uno de los más vendidos.

Ficha técnica

Versión probada   EQ
Cilindrada-- cm³ Tipo de tracciónTrasera
Bloque motor-- CombustibleElectricidad
Potencia (CV @ rpm)82 CV / 60 kW @ --- Capacidad del depósitoBatería de 17,6 kW litros
Par motor (Nm @ rpm)160 Nm @ --- Consumo urbanoND l/100 km
Masa en vacío1.085 kg Consumo extraurbanoND l/100 km
Velocidad máxima130 km/h Consumo combinadoND l/100 km
Aceleración 0-100 km/h11,5 segundos Capacidad maletero230 litros
TransmisiónAutomática 1 velocidad Precio23.585 euros

El coche para esta prueba ha sido prestado por smart. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas

Fotografía | Héctor Ares

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