En mi último viaje a Francia, también pude probar (muy brevemente) el Opel Corsa OPC. Podía elegir entre este y una horda de CDTI de 130 CV con pegatinas y colores diferenciados. Algo me dijo que os interesaba más el OPC. No tengo más que dos fotos propias, fue imposible hacer más por un fallo de la organización (aunque las oficiales son inmejorables).
Básicamente me dijeron que tenía 15 minutos para darme un par de vueltas con el coche e ir a toda leche al aeropuerto si no quería perder el avión. Me dolió mucho, porque estaba en Le-Bar-Sur-Loup, un tramo que se hace normalmente en rallys de verdad, y no podía hacer el recorrido completo sin riesgo a perder el avión.
De todas formas, con 192 CV disponibles para mi pie derecho, me daba tiempo de darme un garbeo rápido y volver al aeropuerto. Pero antes de contarme cómo me divertí y empezase a oler a frenos quemados, vamos a repasar los cambios que experimentó este coche en la revisión 2010.
Opel Corsa OPC 2010, las novedades
Estéticamente no cambia nada, por eso os adjunto la galería de la unidad que probé en 2008. El motor ahora consume un 9,5% menos, sin cambiar sus prestaciones: 225 km/h de punta, 0-100 en 7,2 segundos, 80-120 en quinta en 6,7 segundos… consume ahora 7,3 l/100 km, un valor contenido para 192 CV y hasta 266 Nm de par.
Se ha recalibrado la dirección asistida para ser más realista, pero la suspensión y el resto del chasis permanecen invariados. Para ser más precisos, en el motor cambia la bomba del aceite, la gestión del termostato y la programación de la centralita, el resto es igual. Y esto es un restyling, pero solo de mecánica.
Por eso, la mayoría de los comentarios que hice en la prueba del Opel Corsa OPC hace dos años son casi totalmente vigentes, y naturalmente con el tiempo que ha pasado no he podido notar diferencia alguna entre ambos coches. No obstante, pude divertirme y lo hice…
Opel Corsa OPC, a fondo
Las carreteras de Le-Bar-Sur-Loup son de las que son una mezcla entre adrenalina y miedo. Por un lado, duras paredes de roca que no permiten errores, por el otro lado, una barrera de piedra te separa de un precipicio lo suficientemente serio. Se parece a la zona de la Cueva del Maragato (Ávila).
Es una zona donde pasa algún que otro coche y ciclistas, pero había varias curvas enlazadas donde no se divisaba un alma y se tenía la total seguridad de que no pasaría nadie. Otras curvas, en cambio, eran ciegas, y había que tomarlas “despacito”, en segunda, y con mucho cuidado.
Tomadas las debidas precauciones, pisé el acelerador a fondo. Sé que más de uno piensa que el Corsa no es deportivo, o que es un coche de chicas… pero el OPC hay que probarlo. Lobo con piel de cordero. Su motor empuja con mucha decisión, mantiene 230 Nm entre 1.980 y 5.850 RPM, casi todo el margen de revoluciones útiles.
Los frenos son muy dosificables y precisos, aunque empezaron a acusar algo de fatiga pasados 10 minutos, pero acelerando y frenando constantemente. Cuando tenía la seguridad de que no podía venir nadie, me desmelenaba un poco. A/C desconectado y ventanillas bajadas, el sonido del eco resultante era… mágico.
Curva a izquierda, curva a derecha, curva a izquierda, brummmm…
No es muy duro de suspensión, pero se agarra perfectamente a la carretera. Me sentí con un dominio bastante claro del coche, llegamos a estar perfectamente sincronizados. No tengo ninguna pega respecto a la dirección, aunque he conducido modelos más precisos en otras marcas… y precio superior.
El SEAT Ibiza Cupra no lo cogí en la generación anterior, pero el FR sí, y en comparación, el FR III tiene tacto de coche de juguete, en el Corsa OPC se siente todo de forma más exacta, y no hay que olvidar qué segmento es este. Los gourmets de la conducción deportiva estarán encantados con este Corsa.
A la salida de las curvas más reviradas, el eje trasero mostró alguna insinuación, pero entre la costumbre que tengo de contravolantear y la precisión del control de estabilidad (que no se puede desconectar), cualquier amago de sobreviraje fue muy fácil de resolver, y tremendamente divertido.
Aunque entré fuerte en más de un giro, el eje delantero no se mostraba muy animado a subvirar. Contaba con el margen de poder invadir el carril contrario al no venir nadie, y no lo necesité, este cochecillo se mantiene muy dócil en su trayectoria, y para perderlo… tienes que tener los cables totalmente cruzados.
Cuando los frenos empezaron a pedirme un poco de relax, se notaba algo de fading, pero el coche seguía frenando con eficacia. Puede que en unas tandas en un circuito ratonero vayan un poco justos, pero para carretera… sirven perfectamente, y para conducción deportiva hasta un nivel considerable.
¿Y esto cuánto consume?
En cuanto al consumo de gasolina, que lo anoté por pura curiosidad, llegó a marcar 30 l/100 km. Vamos a ver, en conducción tranquila es un motor que no gasta mucho que digamos, pero cuando se le pisa fuerte chupa lo que tiene que chupar. Un Volkswagen Scirocco 2.0 TSI en Cheste, a ritmo de circuito, me gastó eso.
Por poner un ejemplo más cercano, el Polo GTI de la generación anterior, en un circuito de conos que se hacía en primera y a cuchillo, también me gastó casi 30 l/100 km, por lo tanto, no es un consumo muy alto considerando las condiciones. Y si no haces conducción eficiente, no debería pasar de 10 l/100 km.
Al poco de haber entrado en esa carretera de ensueño, tuve que dar la vuelta y dirigirme al aeropuerto. Llegué más o menos en hora, habiendo tenido que hacer varios adelantamientos con el debido margen, y sin correr en carreteras “habitadas”. Lástima, porque el recorrido prometía bastante.
La verdad no hay mucha oferta de utilitarios de segmento B con motores tan potentes. Lo prefiero al Renault Clio RS por eso de que el motor turbo tiene más “huevos”, sigue siendo progresivo, y no hace falta llevarlo altísimo de vueltas para que de todo su potencial. En el Corsa OPC se tiene casi siempre una sensación sólida de empuje.
Para quien este coche le resulte excesivo en precio o en potencia, tiene el Opel Corsa GSi, un sustitutivo próximo bastante razonable con 150 CV y una versión más tranquila de este motor. Y quien quiera potencia y economía, el 1.7 CDTI de 130 CV hace el apaño, pues para dominar el OPC hace falta algo de manos y callos en las mismas, aunque no sea muy exigente con el conductor.
Creo que el chasis no necesita una puesta a punto, y el comportamiento de la dirección me convence. En cuanto al motor, ya podré probarlo en condiciones más realistas, pero vamos, sé que no es de consumir una barbaridad en la conducción de todos los días. Escribiendo esto me he acordado otra vez de esas curvas. Volveré.
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