El Lamborghini Urus se ha convertido en el modelo más vendido de la marca de Sant’Agata Bolognese. Este SUV de formas barrocas, carrocería de 5,11 metros de largo y una espectacular mecánica que entrega 650 CV es el actor principal de esta prueba que, esperamos, sea si cabe tan espectacular como su protagonista.
Cuando Lamborghini anunció el lanzamiento al mercado el 4 de diciembre de 2017 de su cuarto modelo, el Lamborghini Urus, la marca dio un paso adelante importante al inmiscuirse por primera vez en un segmento donde no tenían presencia desde el especialísimo y limitado LM002, cuyas siglas vienen de Lamborghini Military del que tan solo se fabricaron 300 unidades. ¡Un Lamborghini SUV!
El Urus llegaba para complementar a los dos modelos superdeportivos que habían formado su gama más reciente, el Aventador con su motor V12 y el Huracán con su V10, que llegó para reemplazar al Gallardo hace ya unos cuantos años. Tenía todo el sentido que el complemento a esos dos toros, fuese un SUV, el segmento que más estaba tirando en el mercado.
Lamborghini hoy en día es reconocida internacionalmente por sus coches superdeportivos, algunos de los más espectaculares y con más personalidad del mundo. Pero no debemos olvidar que la marca nace como fabricante de vehículos todoterreno, concretamente tractores, que por cierto, se siguen comercializando hoy en día aunque no pertenecen a la empresa Automobili Lamborghini.
Ferruccio Lamborghini creo que se sentiría orgulloso del coche que hoy nos ocupa. Desde la propia marca se refieren a él como el primer Súper SUV, un "auténtico Lamborghini en términos de diseño, prestaciones, comportamiento dinámico y emoción, también utilizable en el día a día en una gran variedad de entornos".
Tan espectacular como los superdeportivos
Cuando tienes delante de tí un Lamborghini Urus en persona, te das cuenta de lo especial que es este coche. Su carrocería impone, tiene presencia y un semblante único. Está marcada por las líneas rectas y las aristas están por todas partes.
En el frontal se aprecia cómo han conseguido trasladar y adaptar el diseño tan característico de los Huracán a las dimensiones de un SUV. Las ópticas son bastante afiladas, y están marcadas por la línea LED interior con forma de Y que le da personalidad.
La forma del capó delantero, con una pequeña hendidura a la altura del logotipo que preside el frontal, es casi idéntica a la del Huracán, y eso que este tiene el motor en posición central y no bajo el capó como sí ocurre en el Urus.
La imponente parrilla, de gigantescas dimensiones y con una trama de formas hexagonales, llega muy abajo y denota que estamos ante un SUV deportivo más que uno que tenga muchas pretensiones camperas.
El resto de su carrocería está marcada por las líneas rectas y angulosas, por unas aletas delanteras y traseras muy anchas y por una línea del techo descendente que le da aspecto de SUV Coupé de forma muy natural y limpia.
El alerón situado al final del techo da paso a la luneta posterior, súper inclinada, que a su vez marca el estilo del portón posterior. Preside la palabra Lamborghini situada en una posición bien visible, justo en la línea LED que une ambos grupos ópticos posteriores, haciendo que posiblemente sea una de las traseras más contundentes que hayas visto jamás.
Completan el conjunto las ópticas oscurecidas con luces LED, una vez más en forma de Y, las cuatro salidas de escape, dispuestas dos a cada lado y un difusor de aire que recuerda una vez más a los superdeportivos y nos indican que no estamos ante un coche cualquiera.
Cuando te acercas a él no parece que lo estés haciendo a un coche de 5,11 metros de largo. Por la compacidad de sus líneas el Lamborghini Urus parece considerablemente más pequeño de lo que realmente es. Veremos si ocurre lo mismo al conducirlo.
Interior de inspiración aeronáutica
Abres la puerta del Lamborghini Urus y te encuentras con un interior absolutamente espectacular, abrumador, con una clara inspiración en el mundo de la aviación.
El Urus puede albergar a cinco ocupantes (en opción también se puede pedir con solo 4 plazas y configuración de asientos más radical) que disfrutarán de una experiencia salvaje.
Todo el salpicadero sigue las mismas pautas de diseño que el exterior, con predominancia de las formas hexagonales, las líneas rectas y las aristas. Así ocurre por ejemplo en las salidas de aireación, situadas en la parte superior y en el caso de la unidad de pruebas, cubiertas por molduras en fibra de carbono.
La combinación de piel con las costuras en amarillo flúor (a juego con los detalles del exterior, como por ejemplo la parte inferior del paragolpes que forman parte de esta versión especial Graphite Capsule), el carbono y el alcántara que también se utiliza en la parte inferior del salpicadero, hacen que este coche transmita a partes iguales sensación de deportividad y lujo.
En la consola central hay dos pantallas. La superior es desde la que se manejan los sistemas de audio, navegación, teléfono e información del vehículo. La inferior integra principalmente los mandos de climatización y algún otro. Los que hayan montado en un Audi RS Q8 percibirán ciertas similitudes, aunque el Lamborghini tiene unas grafías de todos estos menús que sigue el patrón hexagonal.
Sí se identifican más fácilmente como origen Audi otros mandos, como los botones del volante multifunción de tres radios o las palancas a los lados de la columna de dirección para los mandos de intermitencia y limpiaparabrisas.
Pese a lo que aparenta por su peculiar diseño exterior, el interior del Lamborghini Urus transmite sensación de amplitud tanto en las plazas delanteras como traseras, algo lógico gracias a los tres metros de distancia entre ejes.
Por su parte el Maletero tiene 616 litros de capacidad.
Procedimiento de despegue
La puesta en marcha de un Lamborghini Urus nada tiene que ver con la de la mayor parte de coches terrenales. Comienza con un procedimiento de arranque que hace pensar que estás poniendo en marcha las turbinas de un avión de combate en lugar de arrancando un "simple" coche.
En el centro de la consola central hay tres mandos llamados Tamburo que recuerdan inevitablemente a los que tienen ante sí los pilotos de aviones. En el central, encontramos una tapa de color rojo protegiendo el botón de arranque. La has de levantar para tener acceso al botón de arranque. Al pulsarlo, la bestia se despierta con un bramido bastante considerable.
Desde ese mando también puedes seleccionar las diferentes posiciones del cambio, entre P, D, N, R o M en caso de que quieras llevar el cambio en posición manual y jugar con las levas del cambio situadas detrás del volante. Éstas por cierto tienen un tamaño muy grande y un tacto excelente.
El motor de esta bestia es acorde con el planteamiento del coche. Se trata del 4.0 V8 twin-turbo que conocemos de otros modelos del Grupo Volkswagen, como el Audi RS Q8. En el Urus se ha llevado hasta los 650 CV a 6.000 RPM, siendo capaz de estirar hasta las 6.800 RPM.
Salimos a la ruta y durante los primeros compases, siempre en el modo de conducción STRADA que es en el que arranca por defecto, se percibe cómo el motor está súper lleno en toda la banda de revoluciones. No es necesario que te esfuerces mucho por ir en la marcha adecuada de las ocho disponibles cuando llevas 850 Nm de par dispuestos a empujar siempre y cuando mantengas el régimen entre las 2.250 y las 4.500 RPM.
El asiento del conductor, que en este caso era el opcional con 18 ajustes, permite llevan una posición de conducción extremadamente cercana al suelo, mucho más de lo que habitual en SUV de su tamaño y planteamiento.
Eso, unido a una puesta a punto de chasis y suspensiones muy directa, crea una conexión única con el conjunto, que hace que la sensación de control sea absoluta en todo momento. Y claro, eso teniendo 650 CV entre manos se traduce en ganas de pasarlo bien.
Sorprendentemente, esa conexión con el conjunto no implica un confort de marcha incómodo. Moviéndonos por carreteras amplias y con buen firme, el Urus permite circular cómodamente a ritmo alto. No es más rígido que un Audi RS Q8.
Cambiando el carácter de la bestia con el ANIMA
A la izquierda del conjunto de mandos que permite iniciar la mecánica, encontramos el ANIMA. Así es como se llama al mando selector de modos, que permite ir seleccionando entre STRADA, SPORT y CORSA así como el modo NEVE (nieve) y los opcionales para uso todoterreno: TERRA (off-road) y SABBIA (arena).
Cambiando al modo SPORT el carácter del coche gana enteros. El sonido del 4.0 V8 se vuelve notablemente más ronco y perceptible, la respuesta a los movimientos de acelerador es más instantánea, la dirección más directa y en general, todo comienza a pasar más deprisa.
Llegan curvas y ahí el Urus saca a relucir su mejor cara. Es increiblemente ágil a la entrada de las curvas, no cuesta nada meterlo y cuando empiezas a ver la salida basta con dar gas para que el sistema de tracción a las cuatro ruedas se encargue de repartir el par entre ambos ejes y que el coche salga disparado hacia adelante como un tiro. Un auténtico tiro.
En los giros más pronunciados destaca la forma que tiene de evitar movimientos de carrocería. Gira plano. Es la primera vez que un Lamborghini utiliza barras de estabilización activas, una solución que hasta la fecha no había sido necesaria porque solo fabricaban coches tan bajos y duros que no balanceaban en las curvas.
Otro elemento que se percibe como clave es la dirección en ambos ejes. Esta solución cada vez es más habitual en coches de cierto tamaño para ayudar a la dinámica, hace que las ruedas del eje posterior giren hasta 3 grados en ambos sentidos para darle más estabilidad a alta velocidad o por el contrario dotarlo de agilidad a velocidad más moderada y en curvas lentas.
Eso ayuda a que incluso en las curvas más pronunciadas, esas de 180 grados que obligan a girar por completo el volante para inscribirse e ir hacia el vértice interior, el Urus demuestre unas formas impresionantes. No en vano, el sistema de dirección del eje posterior llega a simular que la distancia entre ejes se acorta 60 milímetros, lo cual es mucho.
Prestaciones sin límite
Continuamos aumentando el ritmo mientras seguimos a la caravana, formada por otros dos Urus y tres Huracán EVO (ya podéis adivinar una de las próximas pruebas). El coche corre mucho no, muchísimo. Lo dicen sus cifras y así se siente desde el asiento del conductor. Hace 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza 200 km/h en 12,8 segundos, pero si decides seguir con el pie a fondo llegarás antes de lo que imaginas a la velocidad máxima de 305 km/h.
Esas prestaciones en un coche de su tamaño, por muy bajo que vaya, y con un peso de 2,2 toneladas, hacen que las sensaciones sean absolutamente bestiales. Apenas hay inercias incómodas, de esas que restan confianza cuando vas al ataque.
Se nota que este coche incorpora la tecnología más avanzada y costosa del Grupo Volkswagen en cuanto a comportamiento dinámico, de ahí que los frenos carbono cerámicos sean parte del equipamiento de serie. Hablamos de discos de 440 milímetros delante y 370 detrás, capaces de detenerle en muy pocos metros y mantenerse al margen de la fatiga incluso cuando les sometemos a un uso intenso como era el caso.
Y así, con una sonrisa en la cara como pocos SUV deportivos son capaces de dibujar, llegamos al fin de la ruta con el Lamborghini Urus, un coche que cuesta 262.319 euros, que ha permitido a Lamborghini duplicar sus cifras de negocio convirtiéndose en la estrella de su gama de modelos, y en definitiva un coche que más allá de dar rentabilidad y viabilidad a la marca italiana de cara al futuro, también representa a la perfección los valores que esperas encontrar en 'Lambo'. Aunque sea un SUV.
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