Más enérgico que nunca, el Kia Picanto 2017 sorprende por dos razones. Una: la tercera generación del utilitario viene a ser como encajar un Kia Rio en las hechuras de un Picanto hasta obtener un Kia Riachuelo, con lo que eso implica en cuanto a acabados muy superiores a los habituales en el segmento A. Dos: se comporta de un modo más que brillante, en líneas generales.
¿Son todo alegrías para el nuevo utilitario urbanita de la firma de Seúl? Pues no. Enseguida sabremos cuáles son sus luces y sus sombras.
A la tercera (generación) va la vencida
Desde que el actual Picanto vio la luz en 2011, Kia ha vendido 1,4 millones de unidades en todo el mundo, más de 300.000 en Europa. Incluso al final de su vida comercial, este pasado año 2016 se vendieron 55.000 Kia Picanto en Europa, lo que se traduce en un incremento anual de las ventas de un 3 %.
Kia siempre se ha enorgullecido del Picanto. Con el monovolumen Carens, el benjamín fue uno de los modelos más vendidos de la marca en los inicios de su aventura en España, teniendo en cuenta que, en España al menos, el segmento A no se caracteriza por un gran volumen de matriculaciones.
Ahora, la tercera generación del Picanto supera la imagen de "coche chino" que podía tener el primer Picanto, va más allá de la imagen de "coche coreano" que tenía el segundo Picanto y llega a una concepción mucho más de "coche europeo", con este tercer Kia Picanto.
¿Quién puede querer un Kia Picanto?
El público objetivo al que se dirige el segmento A es femenino (62%), de un nivel educativo alto (85%), sin hijos en casa (82%), tiene el utilitario como coche principal en un 33 % de los casos y lo utiliza para sus desplazamientos diarios yendo al trabajo (70%); además, su salario medio ronda los 3.832 euros brutos.
En este punto vale la pena matizar dos aspectos: uno, que los datos corresponden al mercado europeo en su conjunto; y dos, que el segmento B se dirige a personas que ganan 3.789 euros brutos mensuales. Con independencia de cómo se puedan trasladar esos datos a nuestro país, el segmento A busca clientes que tienen un poder adquisitivo algo superior al que tienen los clientes de subcompactos.
Entre los valores que copan la elección de modelos del segmento A están, por este orden, el tamaño, los bajos costes de mantenimiento, la manejabilidad en conducción urbana y la practicidad que tienen los utilitarios.
Gama de acabados del Kia Picanto 2017 en España
Hablando ya sobre el mercado español, el Kia Picanto 2017 desembarca este próximo mes de junio con una oferta basada en tres motores y dos niveles de acabado. A los propulsores CVVT 1.0 de 67 CV y 1.2 de 84 CV se les unirá en el cuarto trimestre del año el motor 1.0 T-GDi de 100 CV que pudimos probar hace un par de meses en la piel del Kia Rio.
Versión | Cilindrada (cc) | Transm. | Potencia (CV @ rpm) | Par máx. (Nm @ rpm) | Tara (kg) | Aceleración 0 – 100 km/h (s) | Vel. máx. (km/h) | Consumo (l/100 km) | Emisiones CO₂ (g/km) |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1.0 CVVT | 998 | MT5 | 67 @ 5.500 | 96 @ 3.500 | 953 | 14,3 | 161 | 4,4 | 101 |
1.2 CVVT | 1.248 | MT5 | 84 @ 6.000 | 122 @ 4.000 | 976 | 12,0 | 173 | 4,6 | 106 |
1.2 CVVT | 1.248 | AT4 | 84 @ 6.000 | 122 @ 4.000 | 983 | 13,7 | 161 | 5,4 | 124 |
De serie, el nivel de acabados Concept equipa neumáticos 175/65 con llantas de acero de 14 pulgadas, paragolpes en el color de la carrocería, asiento regulable en altura para el conductor, sistema de audio USB+Aux con mandos en el volante, Bluetooth, ordenador de a bordo, sensor de luces, elevalunas eléctricos delanteros y aire acondicionado.
El nivel Concept con Pack Comfort supone añadir algunos puntos, como las llantas de aleación de 14 pulgadas, las manecillas exteriores y los retrovisores en el color de la carrocería, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, y elevalunas eléctricos traseros.
Finalmente, en GT Line encontramos neumáticos 185/55 con llantas de aleación de 15 pulgadas, tomas de aire deportivas, manecillas exteriores cromadas, moldura lateral en el color de la carrocería, doble terminal de escape, retrovisores exteriores eléctricos y calefactables, luces de circulación diurna y ópticas LED, faros antiniebla delanteros, volante y palanca de cambios en piel, apoyabrazos delantero central deslizante en 55 mm, pedales de aluminio, climatizador y elevalunas eléctricos traseros.
Además, están disponibles como opción el paquete ADAS+ (con sistema de asistencia de frenada de emergencia y panel de instrumentos tipo Supervision con pantalla LCD de 2,6 pulgadas) y el paquete ADAS+ más Navegador, que añade al anterior cámara de asistencia al estacionamiento, Android Auto, Apple Carplay y navegador TomTom con servicios de conectividad en pantalla de 7 pulgadas.
El nuevo Kia Picanto recibe una paleta compuesta por siete posibles tonos para la carrocería. En España, la oferta de llantas se limita a tres diseños, y por ejemplo no encontraremos en nuestro mercado los GT-Line equipados con las llantas de 16 pulgadas que sí vemos en una de las unidades de prueba, la de color Shiny Red, sino que los tope de gama montarán llantas de 15 pulgadas, como las que vemos a continuación en una unidad de pruebas de color Pop Orange.
Un vistazo al exterior del Kia Picanto 2017
Diseñado a caballo entre Namyang (Corea) y Frankfurt (Alemania), el nuevo Kia Picanto no crece en cuanto a longitud respecto a la generación previa, sino que sigue midiendo 3.595 mm. Sí que cambia, sin embargo, en un aspecto básico: la reorganización de sus cotas. Su distancia entre ejes ha crecido en 15 milímetros (2.400 mm), y su voladizo trasero es ahora 10 milímetros mayor (520 mm), mientras que el voladizo delantero se ha recortado en 25 milímetros (675 mm).
Como resultado, vamos a encontrar una posición de conducción algo más avanzada, un mayor espacio interior y un aumento del maletero, que crece de los 200 litros que tenía el segundo Picanto a los 255 litros que acredita este. Para encontrar un volumen similar, tendríamos que ir al Hyundai i10 (252 l) o al combo formado por los Volkswagen up!, Skoda Citigo y SEAT Mii (251 l).
En cuanto a la línea de diseño, se percibe la voluntad de Kia por ofrecer un producto estéticamente más llamativo, con un frontal que enfatiza la nariz de tigre característica de la marca conectando las ópticas y la parrilla, y con una parrilla inferior mucho mayor y unos pasos de rueda más realzados.
Por su parte, en el lateral la línea de cintura se ha rebajado, lo que da ahora un aspecto más aligerado al utilitario, y en la zaga las ópticas y las líneas básicas que delimitan el paragolpes en lo vertical guardan coherencia, realzando en ambos casos la forma de C con la que se cierra el conjunto.
Un interior que parece calcado del Kia Rio
En el interior, los diseñadores han buscado la manera de crear un habitáculo "aún más moderno y refinado que en la generación anterior", según explican en Kia, y lo cierto es que lo han tenido fácil, porque únicamente han tenido que adaptar a este utilitario la buena disposición que encontramos en el Kia Rio.
En consecuencia, si en el Rio comentábamos que el interior era más propio de un segmento C que de un segmento B, y ahora tenemos que el mismo interior está en el segmento A... exacto: el nivel de calidad percibida del Kia Picanto ha aumentado de manera apabullante. También ha aumentado el espacio interior, respecto al anterior Picanto, tanto a la altura de hombros como en la zona inferior del tablero.
Al ocupar la posición de conducción encontramos un habitáculo bien organizado, donde no cuesta nada encontrar la mejor postura. La visibilidad es muy correcta en todo momento, y además en las unidades de prueba se ve complementada con la cámara de visión trasera, que ofrece una muy buena calidad de imagen.
En las plazas traseras vale la pena destacar que una persona como yo, de 1,78 metros de estatura, puede entrar sin problema. Los ingenieros de Kia han tomado prestados del Kia Optima los materiales de los asientos, lo que aumenta la calidad respecto a su predecesor, y han dado a los respaldos una mayor inclinación en esta tercera generación, de 25 a 27 grados, para mejorar la comodidad.
En resumen, se trata de un habitáculo que recuerda más a un segmento B que a un segmento A en la línea de acabados, y en cuanto a las dimensiones se aprecia el trabajo resultante de ampliar la batalla del vehículo a costa de limitar el espacio destinado al emplazamiento del motor.
Ahora, la duda está en saber cómo se desempeña el Kia Picanto en movimiento.
De paseo por ciudad, carretera y autopista
Los ingenieros de Kia han puesto el acento en conseguir un vehículo que condensara en la misma longitud una mayor maniobrabilidad, y en lograr un urbanita que se pudiera mover de forma más que correcta con tres posibles motorizaciones, dos de las cuales están disponibles en esta presentación.
En este último apartado, conviene diferenciar muy bien entre esos dos motores. El 1.2 CVVT de 84 CV, asociado a la caja de cambios manual de cinco relaciones, se mueve con brío y saca al pequeño utilitario con energía de cualquier situación cotidiana. Es un motor suave de uso y muy capaz, incluso en rotondas cargadas de tráfico y con acceso complicado, y también en carriles de aceleración para acceder a autopista. Una vez metidos en ella, resulta fácil mantener el ritmo, aunque en repechos se hace necesario utilizar el cambio de marchas.
El 1.0 CVVT de 67 CV no es lo mismo. Se trata de un tricilíndrico pensado para la ciudad, y ciertamente puede moverse bastante bien en entornos urbanos y, de un modo algo más pesado, en autopista. Sin embargo, su configuración de tres cilindros le pasa factura en forma de tosquedad. No es un motor refinado, por lo que conviene acostumbrarse, sobre todo, a las vibraciones que emite.
Todo, pese a que Kia ha revisado la estructura de los soportes del motor para limitar las vibraciones. Sin embargo, el problema de descompensación en el volante de inercia por la reducción del bloque a tres cilindros es perceptible especialmente al rodar a bajas velocidades.
En cuanto a las reacciones dinámicas del vehículo, son satisfactorias tanto en ciudad como fuera de ella. En carretera con curvas, aunque este no sea el hábitat natural del Picanto, el vehículo se comporta bien, en parte gracias a un chasis y una suspensión que han sido diseñados para reducir balanceos.
En concreto, la barra estabilizadora delantera es un 2 % más rígida y está colocada "un poco más abajo", en palabras de Kia, mientras que la trasera es un 5 % más rígida y está "un poco más arriba". También la reorganización de la batalla, con un voladizo delantero menor, ha contribuido a retrasar el centro de cabeceo, de manera que se reduce este fenómeno sin necesidad de endurecer la suspensión.
En autopista la batalla más larga hace al Picanto un pequeño utilitario muy estable, mientras que en ciudad la suspensión filtra muy bien las irregularidades del asfalto, e incluso algunos resaltos. Los más criminales, no. En este punto corresponde enviar un saludo a las alcaldesas de Vilanova i la Geltrú y Sant Pere de Ribes (Barcelona), y un sentido recuerdo para quienes tuvieron la idea de sembrar las calzadas de esas localidades con bandas reductoras de velocidad que más que resaltos son homenajes al monte Everest.
Finalmente, un punto de controversia que tiene que ver con la dirección.
Según Kia, ahora la dirección es un 13 % más rápida, gracias a una nueva cremallera, con la que el Picanto pasa de una desmultiplicación de 16,5:1 a sólo 14,3:1. Esto se debería traducir en una respuesta más rápida al volante y en una reducción de vueltas de volante de 3,4 a 2,8... "y hace al Picanto aún más fácil de conducir a velocidad baja por ciudad", según leemos en el comunicado oficial.
Y aquí es donde las dos unidades probadas no me transmiten eso, sino otra cosa. En ciudad, callejeando fuera de las rutas planteadas por la marca en el navegador, yendo por recorridos que quizá no quedan muy bonitos en foto pero en cambio son muy útiles para evaluar un coche en el día a día, esquivando vehículos en doble fila y cambiando continuamente de carril, la sensación que me da este Picanto es que le cuesta empezar a girar.
Y esa sensación se ve acrecentada por un volante excesivamente grande, al que le sobra una pulgada de diámetro como mínimo. Más aún, teniendo en cuenta cuál es el público objetivo al que va dirigido este utilitario y cuál ha de ser el uso que se le dará de forma más habitual.
Aunque la marca explique que el menor voladizo y la menor masa suspendida por delante del eje delantero reduce la inercia —lo cual es evidentemente cierto, por pura Física—, y por más que el tacto de la dirección sea realmente brillante —y no excesivamente asistido, como ocurre en tantas ocasiones— el Kia Picanto cuenta con ese punto de mejora que, sin embargo, no oscurece su buen comportamiento general.
Precios para España del Kia Picanto 2017
Cuando hablamos de precios en el segmento A, topamos con un problema al que no es ajeno el Kia Picanto. Así como los segmentos B y C han ido creciendo en dimensiones, el segmento A se ha ido manteniendo, porque la compacidad es uno de sus principales argumentos de venta.
Versión | PVP | PVP promocional |
---|---|---|
Kia Picanto 1.0 Concept | 11.590 | 8.535 |
Kia Picanto 1.0 Concept + Pack Comfort | 12.090 | 9.035 |
Kia Picanto 1.0 GT-Line | 13.090 | 10.035 |
Kia Picanto 1.2 GT-Line | 13.590 | 10.535 |
Kia Picanto 1.2 GT-Line Automático | 15.040 | 11.865 |
Advanced Driving Assistance Pack | 300 | |
Navegador cámara asist estacionamiento + Advanced Driving Assistance pack (excepto Picanto 1.0 Concept) | 900 |
Siendo así las cosas, un utilitario que se vende por los precios de tarifa que marca el Kia Picanto 2017 tiene que contar con abundantes atributos que justifiquen esas cifras. La cuestión es que el Kia Picanto los tiene en forma de tecnología. La pregunta es si el consumidor medio español está dispuesto a gastar ese dinero por un caballo que no es grande, aunque ande.
En pocas palabras...
El Kia Picanto 2017 entra con fuerza en el segmento A, y vale la pena tenerlo muy en cuenta. Equipado hasta las cejas en GT Line, y con ciertas carencias en Concept, cuenta con una opción interesante en cuanto a motorizaciones (1.2 84 CV) y con otra opción que, por ahora, necesita mejorar (1.0 67 CV). Es de prever que con el 1.0 T-GDi de 100 CV el Picanto sea más picante que nunca.
Desde que apareció en el panorama automovilístico europeo, Kia se ha hecho con la imagen de marca joven dentro del Grupo Hyundai Motors. Ahora, el primo del Hyundai i10 ha mejorado a su familiar coreano, quizá no tanto en aspecto, donde ambos comparten buenos niveles de detalle, como en comportamiento dinámico. Ahí donde el i10 deja cierto regusto a escasez, el Picanto cumple sobradamente.
Los gastos correspondientes al viaje para asistir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.