Tras vender 670.000 unidades desde 2008, y más de 220.000 unidades en los últimos tres años, el Hyundai i10 se ha renovado suavemente, aportando más valor a un utilitario en el que el diseño es la clave de la respuesta comercial que obtiene.
No hay grandes cambios en el apartado dinámico respecto a su predecesor. Las mejoras más sustanciales se encuentran en algunos elementos de la dirección, la suspensión y los frenos, pero mantiene los motores del anterior i10.
Un modelo que se vende entrando por los ojos
Visto desde fuera, el diseño del Hyundai i10 es una potente carta con la que juega el utilitario. Han cambiado pocos detalles en el exterior: apenas los paragolpes y los faros, tanto delante como detrás, y la parrilla en el frontal. El conjunto es armónico y visualmente resulta muy atractivo.
Sumándose a la corriente imperante en el segmento, el Hyundai i10 basa parte de su atractivo en la personalización. Y esta se plasma, en el apartado de colores de la carrocería, en nueve acabados sólido, metalizado o perlado. En el interior, por su parte, se pueden elegir cuatro combinaciones cromáticas.
Entre los elementos que caracterizan a los tope de gama, destaca el techo solar practicable, que aporta un valor añadido al benjamín de la firma de origen coreano. Por lo demás, se trata de un vehículo que abunda en los valores estéticos que le han ayudado a venderse bien en el segmento de los utilitarios urbanos.
Acomodación y manejo de mandos en un gran habitáculo de dimensiones engañosas
Al ocupar el puesto de conducción, encontramos un habitáculo que, contra todo pronóstico, resulta amplio. Por otra parte, el interior queda marcado con una línea de acabados que sorprende por su nivel de calidad percibida. Nuevamente el i10 entra por los ojos, y entra bien. Con la ayuda de un sencillo juego cromático bitono, el interior gana enteros en este sentido.
La posición de conducción es cómoda y la visibilidad es muy correcta. Los asientos son muy confortables, van tapizados en tela y, en el caso de la banqueta trasera, destaca que el respaldo sea abatible (60/40) de serie en todos los niveles de acabados. Igualmente, la plaza trasera central cuenta con reposacabezas, si bien la anchura del asiento no es, no puede ser, equiparable a las dos plazas laterales.
En cuanto a la altura y al acceso, el i10 es suficientemente cómodo para un ocupante de en torno a los 1,80 metros de altura en ambas filas de asientos, si bien ocupando las plazas traseras la distancia a la altura de las rodillas puede resultar escasa a las personas de mayor estatura.
Si hablamos de sistemas de retención infantil, los asientos cuentan con anclajes Isofix con Top Tether, aunque se hace difícil pensar en que la plaza trasera central pueda ocuparse de forma simultánea con asientos infantiles colocados a ambos lados.
Sentados ya al volante, observamos que la consola central del Hyundai i10 queda dominada por el sistema de navegación iAVN 1.0, que se apoya en una pantalla táctil de 7 pulgadas de alta resolución, con acceso a Apple CarPlay, Android Auto y LIVE Services, una colección nada habitual en el segmento A.
La pantalla da muy buena imagen en navegación, salvo en condiciones de luz directa del sol. La aplicación de navegación recuerda a TomTom, aunque mediante Android Auto se puede utilizar, según explica Hyundai, Google Maps. En nuestra breve toma de contacto con el Hyundai i10 2017 utilizamos el navegador de serie y el resultado es muy satisfactorio.
Pequeña prueba dinámica por la ciudad y su entorno
Salimos a probar el Hyundai i10 por la ciudad de Madrid. Damos tumbos de aquí allá, partiendo de Atocha para enredarnos por calles y más calles ("Un momento, que tengo que ir a dejar una pendrive a la editorial", me confiesa como pecado mi pecador compañero de fatigas para el día de hoy), callejeando hasta alcanzar la M-30, la A-1, la M-40 y demás.
No hay mejor escenario para el i10 que el combate contra los semáforos, los desplazamientos laterales y los cambios de dirección. Ágil y manejable hasta lo inimaginable, el utilitario se hace valer en cada momento. Llevamos puesto el motor 1.2 Kappa de 87 CV, con cambio manual de cinco relaciones, que lidiando con el tráfico de Madrid se siente como pez en el agua. Suficientemente brioso y muy poco ruidoso.
Motorización | Bloque | Potencia (CV @ rpm) | Par motor (Nm @ rpm) | Aceleración 0-100km/h (s) | Vel. máx. (km/h) | NEDC mixto (l/100 km) | Emisiones (g/km CO2) |
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1.0 KAPPA MT5 66 CV | 3L 998 cc | 66 @ 5.500 | 95 @ 3.500 | 14,7 | 155 | 4,7 | 108 |
1.2 KAPPA MT5 87 CV | 4L 1.248 cc | 87 @ 6.000 | 121 @ 4.000 | 12,1 | 163 | 4,9 | 114 |
1.2 KAPPA AT4 87 CV | 4L 1.248 cc | 87 @ 6.000 | 121 @ 4.000 | 13,8 | 171 | 5,9 | 139 |
El conjunto de motor y transmisión se comportan bien en el entramado estrictamente urbano, pero es en las incorporaciones a los diferentes viales de alta capacidad de Madrid donde la cadena cinemática se nos muestra un poco menos cómoda. Es cierto que en esta ocasión somos tres adultos quienes vamos a bordo del vehículo, pero si una de las características que definen al i10 es la capacidad que tiene el utilitario para ser ocupado por cinco personas, es de esperar un mejor comportamiento en circunstancias como estas.
Entre las mejoras que ha experimentado el Hyundai i10 destaca en positivo el sistema de frenos, que se beneficia de discos tanto en las ruedas delanteras (ventilados) como en las traseras (252/234 mm), y cuya eficacia y tacto quedan fuera de toda duda.
La suspensión incorpora nuevos silent-blocks y topes de suspensión de mayor tamaño. A la práctica el sistema filtra de forma muy correcta las irregularidades del terreno, y a nivel dinámico la suavidad de marcha no penaliza en balanceos. Finalmente, la dirección se ha modificado, teniendo ahora una relación de desmultiplicación más favorable al manejo. Sin embargo, a altas velocidades se le echa en falta cierta precisión.
Y es así como llegamos al final del camino con este Hyundai i10 2017, un utilitario que ha mejorado a su predecesor y que, sin duda, está en la senda de convertirse en un buen aliado en la circulación urbana.
Hyundai i10, un toque de color en la jungla gris
El Hyundai i10 lleva cerca de nueve años obteniendo buenos resultados en el mercado, entre los Atos y los i10 propiamente dichos. Con motivo de su lavado de cara reestrena estética y se afianza en el valor estético para llegar a un público objetivo compuesto por urbanitas que necesitan agilidad y amplitud para moverse por el complejo entramado viario de la ciudad.
Eso el Hyundai i10 2017 lo consigue, y de forma notable además. Donde quedan las dudas es en el papel que representa un utilitario como él en unas ciudades como estas, unas urbes rodeadas de conurbaciones donde el tráfico lo mismo discurre por calles, plazas y avenidas que necesita buenas aceleraciones para incorporarse de forma audaz a vías de alta capacidad que circulan atestadas de vehículos.
Es en ese punto donde cabe considerar si la fórmula en la que se basa no sólo el i10 sino tantos otros modelos con los que comparte segmento sigue siendo válida a día de hoy. Esa duda, junto a un escalado de precios que queda cercano al segmento B, son las principales cuestiones que surgen tras soñar con un bonito toque de color con el que sobrevivir en la gris jungla en la que nos toca lidiar.
Precios del Hyundai i10 2017 en España
Versión | KLASS | TECNO | STYLE |
---|---|---|---|
1.0 KAPPA 66 CV | 12.315 euros | 13.115 euros | |
1.2 KAPPA 87 CV | 13.615 euros | 16.170 euros | |
1.2 KAPPA AT 87 CV | 14.865 euros | 17.420 euros |