Desde hace algún tiempo parece que hacen falta más de 300 CV para que un coche se considerare como compacto deportivo, pero no es así. El nuevo Ford Focus ST es la confirmación de que hay vida por debajo de los hot-hatch, y una vida muy interesante además.
Con un motor 2.3 EcoBoost de 280 CV, cambio manual y un aspecto exterior que puede incluso pasar desapercibido, el Focus ST convence para aquellos que busquen un coche práctico para el día a día sin renunciar a las bondades de un chasis tocado por la magia de Ford Performance.
Ford Focus ST: la opción divertida pero no radical
Al nuevo Ford Focus ya lo conocemos. La firma del óvalo ha optado por la continuidad evolucionando un diseño exterior que les funcionó bastante bien, así que han tirado de sutileza para crear el nuevo modelo que debutó en 2018. Las formas son algo más aerodinámicas que en la generación anterior y se ha buscado un lenguaje más deportivo, además de suprimir los faros traseros prolongados por los laterales.
En el Ford Focus ST esta impresión de deportividad va un paso más lejos con una propuesta exterior aún más musculada aunque a decir verdad, tampoco resulta un coche especialmente agresivo. De no ser por el intenso color naranja que tiñe su carrocería estaríamos delante de un coche discreto que pasa bastante desapercibido.
La parte delantera está protagonizada por la gran parrilla frontal que utiliza toda la familia, pero en la zona baja saca unos rasgos añadidos de poderío con un marcado splitter y tomas de aire laterales, aunque no son funcionales. En la parte trasera pasa lo mismo aunque con un toque adicional de rabia, al destacar un alerón fijado que da continuidad al techo y unos bajos que enmarcan dos grandes salidas de escape, una a cada lado.
La línea lateral es por lo tanto prácticamente idéntica a la de cualquier otro Focus de su misma generación en configuración de cinco puertas. Es decir, un coche compacto bastante amplio con 4.37 m de largo en el que destacan una distancia entre ejes de 2,70 m (7 cm más que el nuevo Volkswagen Golf). Obviamente también impactan las llantas en medidas de 19 pulgadas con neumáticos 235/35-19.
Sin sacar el mando del bolsillo nos acercamos a la puerta con apertura keyless para saltar al interior de este compacto de aspiraciones deportivas y nos reciben una pareja de asientos firmados por Recaro. Estos asientos son de sesgo deportivo, con mucho apoyo lateral pero sin excesos, cuentan con regulación eléctrica y calefacción, además de una tapicería específica cuero/Alcántara.
Nos dejamos envolver por los Recaro tras el volante del Ford Focus ST y nos encontramos con un interior muy propio de la marca. En esta generación el resultado es un tanto más sobrio que en las precedentes, con una distribución más limpia y botones mejor agrupados, aunque seguimos echando en falta algo más de cohesión entre formas y acabados.
La calidad de los materiales es correcta, con superficies acolchadas en las puertas y el salpicadero, aunque nos sobra quizá demasiado plástico duro en algunos elementos. Los botones retroiluminados cumplen su función aunque su aspecto es mejorable y una pantalla táctil sobre la consola central que se podría haber integrado más. El Focus ST cuenta además con una moldura que simula fibra de carbono y el gran atractivo de esta versión: una palanca de cambios específica para la transmisión manual.
Esta pantalla táctil de 8 pulgadas encierra el sistema de infoentretenimiento de la marca con SYNC3. Su manejo es sencillo y bastante práctico, con menús escuetos y fáciles de memorizar. Cuenta con conectividad Android Auto y Google CarPlay, FordPass Connect4 o Wi-Fi para hasta 10 terminales, además de toma USB y plataforma de carga inalámbrica.
El volante por su parte nos resultó especialmente agradable gracias a su tacto de piel perforada, un aro bastante grueso achatado por su parte inferior y unas voluminosas protuberancias para los pulgares. Es cómodo y efectivo, y sólo le cambiaríamos algo la distribución de los botones para que fuera más limpia y fácil de usar pues resulta un tanto confusa.
Motor excitante, dirección precisa y chasis recio
Arrancamos el motor a golpe de botón y la doble salida de escape trasera nos regala un sonido ronco y poderoso, quizá más incluso de lo que nos esperábamos en un primer momento y es que el EcoBoost de Ford sabe cómo llamar la atención desde el primer momento.
Las insinuaciones en parado sobre el acelerador se convierten inmediatamente en pequeñas muecas de sonrisa, así que no tardamos en ponernos en marcha para ver qué encierra este compacto con algo más que aspiraciones deportivas.
Durante los primeros metros es fácil percatarse que no es un compacto mainstream más. El Ford Focus ST tiene un lenguaje no verbal que no deja lugar a dudas porque el tarado de su dirección es directo y poco asistido, algo que personalmente agradecemos. En un mercado con direcciones digitales, el ST nos ofrece una información constante y fidedigna de lo que ocurre en las ruedas delanteras a cambio de algo más de esfuerzo físico para girar el volante.
El segundo punto que nos llamó la atención vino nada más salir del garaje y afrontar el primer resalto, y es una suspensión sencillamente dura aunque con cierto compromiso a la comodidad. Mientras pasamos el trance de los primeros kilómetros entre el tráfico urbano también nos dimos cuenta de que en el modo de conducción normal el Focus ST se comporta como un coche suave y progresivo a bajas revoluciones, pero que poco tiene que ver con lo que es capaz de ofrecernos.
Visto lo visto nos saltamos un par de puntos de nuestro checklist para marcharnos rápidamente a un tramo despejado y conectar el modo Sport. Un modo que por cierto tiene un botón dedicado en el volante para conectarlo directamente sin pasar por ningún menú. El cambio en el carácter del motor es inmediato, con reacciones mucho más directas.
En el primer punto que pudimos pasamos a hundir el pie derecho sobre el acelerador desatando todo el potencial del motor. Este EcoBoost de cuatro cilindros con 2.3 litros y turbo puesto a punto por Ford Performance es posiblemente uno de los mejores motores de la categoría, con un empuje intenso y lineal que parece no tener fin y que lanza hacia delante al Focus ST gracias a los 280 CV y 420 Nm de par motor.
Al hacer girar a este motor alto de vueltas obtenemos una respuesta muy contundente, a la vez que nos envuelve en un sonido que queda poco filtrado y nos regala unos oportunos petardeos entre los cambios de marchas. Un cambio por cierto que es manual de seis relaciones (opcionalmente automático de siete), con un tacto corto y preciso que es toda una delicia.
En deceleraciones también se percibe ese extra de picante con una función que revoluciona el motor en vacío antes de engranar la marcha inferior. En conjunto es una mecánica excitante y directa que quizá sólo resulte un tanto seca en las transiciones on-off-on sobre el pedal derecho, aunque también puede verse como una dosis adicional de carácter.
Como buen ST toda la fuerza del motor se transmite a las ruedas delanteras y esto tiene dos derivadas: por una parte se mantiene relativamente contenido el peso en algo más de 1,5 toneladas, pero por otro el agarre se ve comprometido. En marchas cortas es extremadamente fácil percibir cómo el Focus más deportivo (de momento) empieza a escarbar sobre el asfalto.
Para solventar este contratiempo fruto de las leyes de la física, en Ford se han aplicado. Las contramedidas introducidas vienen en forma de un diferencial autoblocante elDS capaz de mandar todo el par a la rueda con más tracción y así tratar de buscar la mejor aceleración posible. Es cierto que este sistema no es 100% efectivo, pero a buen seguro ha sido cosa de los preparadores de Ford permitir cierto deslizamiento para maximizar la diversión.
Porque sí, el Ford Focus ST es extremadamente divertido. Las carreteras de curvas con buen asfalto son su coto de caza predilecto y ahí es donde luce las bondades de un chasis afinado para alegrarte el día.
La unión entre volante, dirección y asfalto se percibe extremadamente directa, haciendo que el Focus ST se maneje de manera precisa y rápida entre curvas. A medida que forzamos la velocidad de entrada el chasis responde de manera soberbia conteniendo los movimientos de la carrocería y aprovechando todo el agarre disponible.
Por su parte el equipo de frenos cumple con solvencia. Es uno de los puntos en los que Ford se ha empleado a fondo y el equipo de cuatro discos de freno delatado por las pinzas en color rojo se desenvuelve con contundencia. El primer tacto del pedal es algo esponjoso y es algo que se agradece en conducción diaria, porque la realidad es que rodando rápido muerden con fuerza y sin desfallecer.
Practicidad de compacto, carácter de deportivo
Pero volviendo a la vida cotidiana, en el interior también se percibe el esfuerzo que ha realizado Ford al separar los ejes y ofrecer una de las batallas más amplias del segmento. El espacio habitable es realmente amplio en las plazas delanteras, hay sitio de sobra para los hombros y las plazas traseras cuentan con un espacio longitudinal excelente.
El maletero tiene una capacidad total de 375 litros con bastantes posibilidades ya que tranversal y longitudinalmente hay mucho espacio y bien repartido, aunque con poca profunidad. Esto es debido a la existencia de un doble fondo poco aprovechable, ya que se reserva para la rueda de repuesto y el kit de emergencia.
Sí que es verdad que el Ford Focus ST es un coche que es cómodo y práctico, gracias a la configuración de su carrocería e interior, pero no es un coche especialmente confortable. Su puesta a punto tanto de motor como de chasis está enfocada a una conducción animada y después de un largo viaje por autopista damos fe de que los kilómetros pasan factura. Los asientos deportivos, las suspensiones recias y el bajo perfil de los neumáticos transmiten los baches con fidelidad hacia nuestra espalda.
Aún así es uno de esos coches que gusta conducir. Ya sabes, aquello de "sarna con gusto no pica", y el Focus ST es un compacto de los que apetecen. Se puede utilizar en el día a día, pero también para sacar los colores a algún que otro coche deportivo en carreteras reviradas. Eso sí, el consumo final va en consonancia con su comportamiento al arrojar 8,8 litros a los 100 km. No demasiado lejos de los 8,2 litros a los 100 km que homologa según ciclo WLTP.
En lo referente a las ayudas a la conducción el Ford Focus ST viene bien equipado con control de velocidad adaptativo, reconocimiento de señales, asistente de mantenimiento de carril... Todo lo necesario, además de cámara de visión, asistente de aparcamiento, sensores de aparcamiento o Head-Up Display. Este último dispositivo proyecta la información sobre una pantalla translúcida que emerge tras el volante y que no acaba de convencer.
En cuanto al precio hay que reconocer que Ford ha hecho un esfuerzo por meter al Focus ST en medio de la guerra de los hot-hatch que no superan los 300 CV. Es el Focus ST más potente de la historia y con sus 35.150 euros de precio de partida llega para batallar contra los Hyundai i30 N Performance (275 CV y 39.350 euros), Renault Mégane R.S. Trophy (300 CV y 39.199 euros), Peugeot 308 GTi (262 CV y 33.800 euros) o SEAT León CUPRA (290 CV y 34.950 euros) o Volkswagen Golf GTI TCR (290 CV y 43.600 euros)
Ford Focus ST 2019 - Valoración
.2
A favor
- Comportamiento excitante
- Espacio interior
- Chasis bien puesto a punto
- Precio ajustado
En contra
- Consumo elevado
- Confort escueto para viajes largos
- Reacciones secas para uso diario
- Interior poco cohesionado
Ford Focus ST 2019 - Ficha técnica
Versión probada | Focus ST | |||
Cilindrada | 2.261 cm³ | Tipo de tracción | Delantera | |
Bloque motor | Cuatro cilindros en línea | Combustible | Gasolina | |
Potencia | 280 CV a 5.500 rpm | Capacidad del depósito | 52 litros | |
Par motor | 420 Nm a 3.000 - 4.000 rpm | Consumo urbano | N/D l/100 km | |
Masa en vacío | 1.508 kg | Consumo extraurbano | N/D l/100 km | |
Velocidad máxima | 250 km/h | Consumo combinado | 8,2 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 5,7 segundos | Capacidad maletero | 375 litros | |
Transmisión | Manual | Precio | Desde 35.150 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Ford. El servicio de fotografía ha corrido a cargo de Two_Sides. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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