La nueva versión deportiva del compacto por excelencia de la firma del óvalo ya esta aquí. El Ford Focus ST 2019 ha sido concebido como el ST más potente de su historia y aterriza además con un selector de modos en el volante que transforma el coche por completo en cada cambio.
Ya disponible en versión gasolina, el nuevo Ford Focus ST con el motor EcoBoost de 280 CV y transmisión manual de seis velocidades parte de los 35.150 euros con un equipamiento de serie a tener en cuenta frente a competidores. Vamos con las impresiones al volante.
Llantas de aleación de 19 pulgadas y asientos Recaro de serie
Presentada la cuarta generación del Ford Focus hace menos de un año, le toca el turno al lado más deportivo del compacto de la firma estadounidense. Y viene pisando fuerte.
Empezamos destacando el equipamiento de serie exterior del ST3: faros Full LED, llantas de aleación de 19 pulgadas, pinzas de freno en color rojo, sensores de parking delanteros y traseros y cámara de visión trasera 180 grados.
En el interior el principal reclamo son los asientos de cuero con Alcantara firmados por Recaro calefactables y un navegador con pantalla de 8 pulgadas. Así, Ford ha querido incluir los asientos Recaro como equipamiento de serie, una chuchería que competidores como el Golf GTI, el León Cupra, el Peugeot 308 GTI o el Renault Mégane R.S. no incluyen.
El volante deportivo de fondo plano complementa los asientos Recaro, junto a la palanca de cambios y los pedales de aluminio.
Por primera vez, el nuevo Focus ST está disponible con un módem FordPass Connect4 que permite satisfacer las necesidades de un mundo hiperconectado: wifi de hasta 4G LTE5 para hasta 10 dispositivos, e información del tráfico en tiempo real, que aparecerán en el navegador del coche.
El Focus ST dispondrá de dos variantes de carrocería, una de cinco puertas y otra familiar (SportBreak) que se podrán combinar con la mecánica diésel de 190 CV o gasolina de 280 CV.
De momento solo está disponible la transmisión manual de seis velocidades, pero hemos sabido que en octubre de 2019 la variante de gasolina se podrá pedir con la transmisión automática de siete velocidades con convertidor de par.
Cuatro modos de conducción y sensaciones aseguradas
El punto fuerte del nuevo Focus RS es sin duda su selector de modos. Si bien la cantidad de botones que hay dispuestos en el volante multifunción no facilitan la localización del mismo ni cómo moverse a través de las múltiples opciones, una vez ubicado resulta rápido cambiar de un modo a otro.
Y realmente se nota el cambio. Los modos disponibles son cuatro: el Normal, el Slippery, el Sport y el Track o Pista, con una diferencia brutal entre el Normal y el Track, pensado para sacar partido al coche en circuito.
La unidad probada, con motor EcoBoost de 2.3 litros, 280 CV y un par máximo de 420 Nm dejaba claro que una opción diésel tenía poco sentido en este modelo. La variante de gasolina recurre al bloque de cuatro cilindros y turbocompresor de doble entrada; alcanza el 0 a 100 en 5,7 segundos, superando en este apartado al Volkswagenn Golf GTI e igualando al 308 GTI, pero por debajo del Megane RS y del León Cupra.
Ah, y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h. La mecánica de gasolina cuenta con un potente aliado: el diferencial autoblocante elDS, que envía hasta el 100 % del par a cada una de las ruedas delanteras mediante un conjunto de embragues.
En cuanto a la opción turbodiésel, una evolución del propulsor 2.0 EcoBlue, cuenta con una potencia de 190 CV y 400 Nm de par máximo. Alcanza una velocidad máxima de 220 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,6 segundos.
Pero volvamos a la unidad probada.
En el modo Sport la suspensión, que ya es dura de por sí en el modo Normal, se vuelve una tabla en la opción de conducción más deportiva. La dirección también se vuelve algo más dura y el cambio se nota aún más ágil, con un mayor control lateral del vehículo y una estupenda sensación de aplomo.
Esto se consigue en parte gracias control de estabilidad electrónico, que supervisa constantemente el avance del coche y detecta cuando el ST está perdiendo agarre, aplicando automáticamente un pulso de frenada a cada rueda para estabilizarlo.
Realmente al pasar del modo normal a un modo deportivo da la sensación de estar conduciendo coches distintos.
Por otro lado, el chasis con ajustes de precisión combinado con el sistema de amortiguación continua controlada (o CCD), modifica constantemente la configuración de la suspensión independientemente de las condiciones del asfalto.
El diferencial de deslizamiento limitado electrónico del nuevo Focus ST ha sido diseñado para analizar continuamente los datos de varios sensores y puede ajustar la división del par entre las ruedas motrices en cuestión de milisegundos. Esto mejora la tracción, el comportamiento en las curvas y la estabilidad, por lo que se puede virar con mayor rapidez y manteniendo el control.
El rendimiento de frenado, similar al del Ford GT, consigue la misma resistencia al sobrecalentamiento que el de la generación anterior de ST.
Otro punto a destacar es la tecnología de amortiguación continua controlada: este sistema inteligente supervisa continuamente la suspensión del vehículo y ajusta las respuestas de amortiguación individuales. En este punto cabe señalar que los baches y resaltos se deben abordar con calma, sobre todo en modo Track.
En cuanto a eficiencia, el Focus ST arroja cifras oficiales de 7,9 litros a los 100, pero después de una jornada intensa se mantuvo por debajo de los 9 litros de consumo combinado.
Los contras. El volante multifunción no llega a ser intuitivo; hay demasiados botones. Por otro lado, la moldura de plástico del head-up display entorpece la visión y distrae: es muy grande y ofrece demasiada información, aunque se puede escamotear.
Los pros. Equipamiento de serie, diversión asegurada con el modo Sport y Circuito, aunque este último está disponible en el paquete opcional Ford Performance Pack. La habitabilidad en las plazas traseras y una transmisión manual extremadamente precisa, además de una conducción deportiva eficaz también suman puntos a favor del pequeño deportivo.
Aunque Ford España solo ha anunciado el precio de la versión de gasolina de cinco puertas, las ventas de la variante diésel también comenzarán de forma inminente.