Tal y como os prometimos, hemos estado probando neumáticos de invierno en coches particulares, para poder comprobar con más detalle las diferencias entre estos neumáticos y los convencionales de verano. En esta ocasión el conejillo de indias es un Kia Cee'd 1.6 CRDi (115 CV) de primera serie, con más de 160.000 km, de uso familiar.
Este coche ha rodado siempre con Michelin Energy y después con Energy Saver. Para la prueba de invierno se han cambiado los cuatro neumáticos por unos Dunlop SP Winter Sport 4D en las mismas dimensiones: 205/55 R16. Le corresponde el índice de carga 91 y el código de velocidad V.
Según el etiquetado de la UE, tiene una "E" en rendimiento energético (peor que la media) y una "C" en agarre en mojado. El nivel sonoro homologado es de 68 dB. Comparado con los neumáticos de verano que utilizaba, debería consumir más gasóleo (los Energy son "B/C"), menos agarre en mojado y 2 db menos de sonoridad.
NOTA: El etiquetado europeo compara los neumáticos en igualdad de condiciones respecto a los de verano, donde los de invierno no dan sus mejores características.
Búsqueda y montaje de los neumáticos
En primer lugar, si buscamos en Dunlop, solo nos salen dos neumáticos de invierno para este coche, el SP Winter Sport M3 y el Winter Sport 4D. Estos últimos son más modernos y mejoran a los precedentes en comportamiento en mojado, frenada en nieve y comportamiento en nieve, según el fabricante.
Según una página conocida de venta de neumáticos online, el precio sería de casi 100 euros por neumático. Entre las primeras marcas, es de los modelos más económicos. La diferencia de precio entre los Sport 3D y Sport M3, ambos de invierno, es ridícula, no llega a cinco euros por rueda.
El montaje se realizó en un taller especializado de Madrid. Se retiraron los cuatro neumáticos de verano, de los cuales dos se fueron a reciclar al estar próximos al fin de su vida útil. Los Winter Sport 4D se montaron en las mismas llantas y no se utilizó el servicio de "guardería" para la pareja de verano, sino que se fueron envueltos en el maletero para usarlos más tarde.
Lo ideal es tener un segundo juego de llantas, a ser posible de acero con tapacubos (o sin ellos) por ser más económico. Otra posibilidad es adquirir en un desguace las cuatro llantas de aleación, si están en un estado aceptable, por unos 50 euros la pieza, en un conocido centro de Madrid.
La alternativa es cambiar de neumáticos dos veces al año usando las mismas llantas, lo cual puede no ser recomendable a largo plazo, tanto por el posible desgaste de la llanta, como en lo económico. La sustitución y el equilibrado han salido a 48,40 euros con IVA. Al segundo año compensa comprar el segundo juego.
Una vez con ambos juegos, la sustitución se puede hacer en media hora con herramientas estándar, tomando la precaución de poner todos los neumáticos en el lugar adecuado. El problema, claro está, es almacenarlo, que en este caso no es problema al disponer de espacio para un segundo juego de neumáticos, con o sin llantas.
Las primeras impresiones con los Dunlop Winter Sport 4D
El cambio de ruedas se produjo a primeros de febrero, hasta el segundo día los neumáticos no fueron perfectamente por la capa protectora de parafina que llevan recién puestos. Pasa en Dunlop y en las demás marcas, se hace así para proteger las ruedas durante el transporte y el almacenamiento.
Estos neumáticos van bien en general cuando hace frío, 7 ºC o menos, lo cual es muy fácil en Madrid capital y zona de montaña en el invierno. Los días que hizo más calor sí se notó una diferencia negativa respecto a los Energy Saver... como que eran un poco más resbaladizos, pero dentro de lo razonable.
A fin de cuentas, estos neumáticos van un poco peor en caliente, pero en invierno en esta zona, van a ir más tiempo en condiciones óptimas que al revés. Cuando los termómetros empezaron a bajar más, la diferencia se dio la vuelta, y de qué forma.
Las múltiples canalizaciones de estos neumáticos son especialmente eficaces cuando llueve, aunque no haya caído un copo de nieve. Evacúan realmente bien y dan una sensación de seguridad igual o superior a la de ruedas de verano cuando llueve, pero a su temperatura de trabajo óptima.
Pese a lo que dice el etiquetado europeo, se ha notado un poco más de rugosidad en el tacto del volante, por la naturaleza del nuevo dibujo, aunque esto depende de la velocidad a la que se circula. Si no estamos atentos a este efecto, lo más fácil es que pase desapercibido, este coche no tiene un motor silencioso.
En cuanto a consumos, en las condiciones en las que circula este coche --mayoritariamente por autopista y ciudad, poco de secundarias, a velocidades legales-- el consumo de gasóleo estaba entre 5 y 5,5 l/100 km de gasóleo con las ruedas de verano. El dato de homologación cuando estaba nuevo es 4,7 l/100 km.
Tras haber realizado más de 2.500 kilómetros con ellos, no se puede concluir que afecten negativamente al consumo, ya que no ha subido, sino que se mantiene, considerando que en invierno se circula un poco más despacio. Sigue estando en una horquilla similar con los Michelin de verano.
Según Dunlop, ha sido "diseñado para una mayor eficiencia de combustible". A la vista de los resultados se constata que ese punto es correcto. El de "control y agarre sobre mojado" también se cumple. Aunque hablamos de un compacto muy normalito, estos neumáticos se venden para coches de "alto rendimiento" (cito literalmente).
¿Qué hay de la limitación de velocidad? El coche tiene en origen ruedas código V (240 km/h), y ahora usa unas código H (210 km/h). Sigue estando por encima de las posibilidades del coche, que no puede alcanzar ni una ni otra velocidad. Aunque pudiera, tampoco los iba a alcanzar.
Comportamiento con nieve y hielo
En los días previos al montaje, los Energy Saver lo pasaban un poco mal con baja temperatura, especialmente los que menos dibujo tenían. En estas fechas se maximiza la importancia de la profundidad del surco, es la peor época del año para apurar las ruedas. Habrá más necesidad de evacuar agua e imperfecciones, como la sal.
Al montar los Winter Sport 4D, la sensación subjetiva de menor control ha desaparecido en gran medida. Cuanto más frío hace, más se enfatiza el efecto. La prueba del algodón llegó subiendo el coche al puerto de Navacerrada, donde metí el coche en una calle con nieve virgen y un espesor de varios centímetros.
Estoy seguro de que si hubiese entrado con neumáticos convencionales ahí, no salgo. Realizando las maniobras con delicadeza, en primera y con muy poco gas, el coche se mostró un poco más torpe que sin nieve, pero poco más. El control de tracción hizo realmente poco trabajo y pude entrar y salir con relativa facilidad.
Tened en cuenta que hablamos de una nieve compacta, no afectada por la sal, condiciones complicadas de encontrar fuera de la montaña o por donde pase un quitanieves previamente. Sobre hielo liso no he podido probarlos, pero por experiencia sé que ni el mejor neumático puede hacer milagros.
También es revelador el poder de tracción que dan al coche de forma natural, sin necesidad de las ayudas electrónicas, incluso acelerando con cierto ímpetu con las ruedas derechas subidas en una superficie más deslizante que las izquierdas.
Circulando con temperatura baja en una carretera despejada por quitanieves, dan una sensación de seguridad superior a la que cabe esperar. Se puede circular con mucho menos tembleque, en una circulación normal y habitual va a ser muy difícil apreciar limitaciones con estos neumáticos.
Me refiero a las mismas condiciones en los que unos neumáticos de verano fríos estarían avisando de que no están cómodos. El coche es de mi madre, y mientras que antes no se planteaba la adquisición de neumáticos de este tipo, ahora no le queda ninguna duda. Es un gasto importante --casi 500 euros-- pero compensa por tener menos sustos.
Por ir concluyendo, las impresiones de la dueña se han acercado a lo que promete el fabricante en su publicidad. ¿Y qué tal son estos neumáticos comparados con otros? Lamentablemente hacer esa prueba con el mismo coche y en condiciones normalizadas y científicamente aceptables se escapa a nuestros medios.
Mis impresiones también son concluyentes. En esta zona del país tiene todo el sentido este tipo de neumático, aunque solo caigan unas pocas nevadas al año. Valorando el precio de los neumáticos probados --en concreto-- con sus prestaciones solo puedo decir que es una compra muy recomendable.
Los neumáticos para esta prueba ha sido cedidos por Goodyear Dunlop. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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