La capital de China ha activado la primera alerta roja por contaminación de su historia, después de los altos niveles registrados y la presión de la población para que sus mandatarios tomaran medidas drásticas al respecto. La ciudad, convertida en un mar de mascarillas y teñida de color gris debido al humo tóxico (smog), estará en alerta roja al menos hasta esta madrugada (hora española).
Entre las medidas tomadas por la administración china destaca la paralización de las obras públicas, la prohibición de circular a la mitad de los vehículos de la ciudad (cada coche, de los 5 millones del parque móvil de Pekín, sólo puede circular en días alternos), el cierre de la escuelas, el refuerzo del transporte público o la recomendación de no salir a la calle, tras haber llegado a unos niveles de contaminación 25 veces superiores al límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Los expertos aseguran que la principal causa de esta situación es la quema de carbón, tanto en las plantas de producción eléctrica como para calefacciones. Según un estudio realizado por Berkeley Earth, hasta 1,6 millones de fallecimientos anuales en China se deben a los altos niveles de contaminación. Mientras, China promete reducir sus emisiones, aunque a medio plazo.
Fuente | El País
Foto | LWYang (Flickr)