Realmente no conduce ella sino su novio, y realmente no lo destrozan del todo, pero duele ver de qué forma tratan a este coche. A la vista de ésto, se entienden las licencias de marcas como Ferrari o Bugatti, que no le venden un vehículo a cualquiera. Y yo sé de uno que no se lo merecía…
Vía | The German Car Blog