Bélgica, país que alberga uno de los circuitos más bonitos del mundo como es Spa-Francorchamps, también es la cuna del espectacular proyecto “After the Race”: obras de arte únicas a partir de piezas de coches de competición auténticas, que conservan las cicatrices de sus lances de guerra.
Sus autores son el diseñador Jean-Denis Claessens y el artista callejero Edmon Thonnard (‘Pogo’), compatriotas de “Mister le Mans”, que con el nombre de su obra hacen un guiño a la obra homónima de James Joyce (1914). De referencia obligada para todo petrolhead, refleja una época en la que los coches eran bienes de lujo sólo al alcance de unos pocos.
Auténticas obras de arte hechas con piezas de joyas rodantes
After The Race
El director del proyecto “After The Race”, Jean-Denis, tuvo curiosidad por la historia de la automoción y el motorsport desde que era un niño. Iba siempre con su familia a ver las carreras y compaginaba su adictiva afición con los estudios, pero pronto tuvo claro que quería experimentar la emoción desde el asfalto y no desde la grada.
Cuando cumplió los 19 ya estaba compitiendo al volante de sus Escort RS 2000 y BMW M3 e30 y, además de hacerse un hueco en los trazados, acabó por convertirse en un habitual de los rallies.
Todavía hoy se le puede encontrar en los circuitos de Francorchamps o Nürburgring a los mandos de su Porsche 911.
En paralelo a sus primeros pinitos como piloto, cuando acabó sus estudios de diseño gráfico en la década de 1990, creó su propia compañía de publicidad, a la que llamó “Boomerang”, y realizó varias campañas para diferentes marcas de coches. Su fibra artística se fusionó con su amor por los coches conduciéndole a los “Art Cars”.
Su libro favorito, “Mes pop cars” de Hervé Poulain, le sirvió como inspiración para unir definitivamente sus dos grandes pasiones en “After The Race”: un proyecto que comparte con su socio y amigo de toda la vida, Edmon Thonnard en el que ambos convierten piezas de coches de carreras en obras de arte verdaderamente únicas.
Edmon Thonnard ‘Pogo’, al igual que Keith Harring, Banksy, Jef Aérosol o Speedy Graffito, forma parte de los pioneros del street art o arte callejero europeo, alimentado por la cultura de los excesivos años 80.
Pero este artista multidisciplinar también ha sido escenógrafo, diseñador, comediante y cantante de rock. La “Casa de la Ciencia” en Lieja, el “Euro Space Center” y la mayor exposición global sobre la Primera Guerra Mundial también han requerido sus servicios.
Impulsado por el hiperrealismo, respaldado por años de experiencia gráfica y pictórica, este artista autodidacta y multifacético, aficionado a las motos, no dudó en formar parte del concepto “After The Race”, invirtiendo su talento en la fijación de la potencia, la velocidad… y todo lo que hace que el alma de la carrera quede atrapada en el metal.
Cada pieza que sale del taller de Jean-Denis y Pogo es única y se elabora de forma artesanal. Principalmente, los artistas recuperan para trabajar partes de distintos coches (el Porsche 911 es su preferido) como el capó o las puertas, que conservarán sus cicatrices de guerra en los circuitos, como arañazos o alguna abolladura simbólica.
Una a una, estas piezas se diseñan junto al cliente, que podrá elegir su obra de arte a medida. Para la pátina final, se emplean ingredientes como aceite de motor o el caucho de los neumáticos desgastados en carrera, fundamentales para una receta que, a día de hoy, mantienen en secreto.
Un trabajo sencillamente espectacular. Como diría Edgar Allan Poe, “todas las obras de arte deberían empezar por el final”.