Una de las imágenes que llevo asociadas a la existencia de un taller de barrio es los dos o tres coches satélite que forman parte del escenario. Cosas de haberme criado junto a uno de ellos. El caso es que lo sucedido en Galdakao tiene su miga. La Ertzaintza detuvo ayer a un hombre que contrató una grúa para llevarse una furgoneta que había aparcada en la calle. El detenido dijo que creía que el vehículo estaba abandonado, cuando en realidad esperaba su turno para ser reparado.
Suena a historia de 'Autos Locos' pero se ve que fue así. Sucedió ayer a mediodía, en pleno domingo, cuando el encargado del taller vio que una grúa se le llevaba la furgoneta que tenía aparcada en la calle. Al presentarse en el lugar la Policía, el presunto ladrón dijo primero que había comprado la furgoneta para luego cambiar su versión y contar que creía que estaba abandonada.
Claro, se ve que la declaración sonó un poco rara y no convenció demasiado. Hombre, sí que a veces cuando te toca aparcar cerca de un taller que anda algo saturado de trabajo desearías que no dispusieran del espacio público para su uso particular, pero eso es una cosa, y pillar una grúa para aligerarles la cola de espera es otra bastante diferente.
Moraleja: Si tienes un taller y ves que alguien se te lleva el vehículo de un cliente, sospecha. Si eres un cliente y ves que tu furgoneta pasa demasiados días fuera, habla con el encargado del taller. Y si eres un chorizo y te haces con el servicio de una grúa, al menos cómprate un uniforme para pasar desapercibido cuando te lleves lo que no es tuyo.
Vía | El Mundo Foto | Audatex