Si hacemos memoria, recordaremos que allá por el año 2009 un Bugatti Veyron en remojo protagonizó uno de nuestros dominicales Dolorpasión™. Por entonces vimos aquel suceso como un mero accidente, aunque desafortunado, pero hoy hemos sabido que el conductor del carísimo vehículo (asegurado por 2,2 millones de dólares) lo hizo a propósito. De accidente, nada.
Andy House, que así se llama el susodicho, intentó presuntamente estafar a su seguro cuando acabó con su Veyron en un lago de Texas, Estados Unidos. Al parecer, el vídeo grabado por personas que se encontraban en la zona ha puesto de manifiesto que su versión, o más bien sus versiones, porque dio varias, no eran verosímiles. Vamos, que se le va a caer el pelo. Le pueden caer hasta 20 años de prisión.
El hombre en cuestión aseguró en un principio que se había cruzado un pelícano en su camino, con tan mala suerte que, al esquivarlo, acabó en el lago. Después, ante la evidencia de que en el vídeo no se veía ningún pelícano, el conductor aseguró que se le había caído el teléfono móvil y había perdido el control del vehículo al intentar recuperarlo.
La compañía aseguradora, Philadelphia Insurance, no creyó la historia de su cliente y después de mucho investigar, llegó a la conclusión de que todo se trataba de un intento de fraude. House, que dejó el motor del Veyron encendido durante 15 minutos bajo el agua, terminando con su vida, se ha reconocido culpable y se enfrenta ahora a un juicio en el que podrían condenarle a hasta 20 años de cárcel.