Aquellas ópticas traseras de hace unos cuantos años...

Voy a compartir con vosotros una pequeña manía que tengo con los coches desde que era muy muy pequeño. Siempre han despertado mi curiosidad, antes de saber hablar. Un aspecto muy concreto de diseño me fascinó durante años, el de los grupos ópticos traseros. Suena _friki_, lo sé, pero esto es Motorpasión.

¿Nunca os habéis parado a pensar en esto? Si nos fijamos en un coche moderno, son un compendio de complejidad total, ya tienen hasta efectos tridimensionales, todas las bombillas de ledes e incluso parpadeo automático para alertar a conductores de un gran peligro. Pero hace 20-30 años, era otro cantar.

Cuando servidor era un niño, muchos coches del parque español no tenían ni antinieblas traseras, ni de marcha atrás. Hubo gente que las instaló "de aquella manera", incluso atornillándolas a los paragolpes, y estéticamente no era bonito, pero cumplían su función.

Citroën Visa

Ya cerca de los años 90, me sorprendió la cantidad de coches que venían con las ópticas en dos tonos, rojo y gris. Pensaba que cómo se iban a distinguir los intermitentes y la marcha atrás con el gris. Al final daba lo mismo, y se convirtió en una tendencia.

Me habría gustado ilustrar esto con imágenes más detalladas de ópticas antiguas, pero no es una tarea fácil. Primero, que de esos coches no queda mucho superviviente en 2013, y los que quedan... no todos están precisamente para sacarles fotos.

En general, los faros delanteros y traseros han progresado en complejidad demasiado. Con la excusa del diseño, pero también de la aerodinámica, se han ido pasando de los cuadradotes a formas ultra afiladas. Por dentro ya son obras de ingeniería totales, y cuanto más difícil es fabricarlo, de más estatus.

Os dejo con unos cuantos ejemplos:

Fiat Regata
Opel Corsa
Porsche 928
Renault 19 Coupé
SEAT Marbella
Volkswagen Golf

Golf, quién te ha visto, y quién te ve. Algunos portabicicletas integrados tienen más superficie de luces que tú en la actualidad.

El tema este es absolutamente subjetivo y se presta a varias preguntas. ¿Eran más bonitas las ópticas antes por sencillas? ¿Preferimos la sofisticación? ¿Ahumados o colores claros? ¿Grandes o pequeñas? ¿Favoritas y odiadas? ¿De qué color son las nubes?

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