Aunque este fin de semana haya dado comienzo un nuevo Mundial de Rallyes, parece que todo sigue como lo dejamos en 2015: con Sébastien Ogier y su Volkswagen Polo R WRC imponiéndose a todo y a todos, y consiguiendo por el camino su tercer Rally de Montecarlo consecutivo.
Lo cierto es que durante las fases iniciales del blanquísimo Rally de Montecarlo que abría la temporada del WRC se pudo hasta soñar con una lucha cerrada por la victoria entre el Volkswagen del propio Ogier y el Citroën DS3 de Kris Meeke, que se marcó un arranque de rally soberbio, pero la caja de cambios del británico dijo basta el sábado, y con ella la emoción del Montecarlo.
El propio Sébastien Ogier ha declarado que la lucha con el de Citroën fue incluso tan dura como las luchas en el mismo Montecarlo con Sébastien Loeb, declaraciones que nos dan una idea de lo bonito que se había puesto el rally hasta ese momento fatídico para Meeke (y todos los aficionados).
Por si la retirada de Meeke no fuera suficiente, el otro gallo que podía presentar pelea al vigente campeón del mundo, Jari-Matti Latvala, también tuvo que decir adiós al Monte antes de tiempo, dejando por delante un último día de rally un tanto desangelado.
El nuevo Hyundai i20 WRC consigue un esperanzador podium
Se esperaba también con interés el debut del nuevo Hyundai i20 WRC con el que Dani Sordo intentará firmar una buena temporada este año.
Aunque sufrieron más problemas mecánicos de los esperados por los miles de kilómetros que lleva ese coche a sus espaldas, el podium logrado por Thierry Neuville y la remontada de Dani Sordo hasta la sexta plaza final deja un buen sabor de boca que habrá que confirmar en las siguientes citas.