La última y definitiva cita de la primera temporada de Fórmula E tenía todos los ingredientes para ser de las más emocionantes del año, y desde luego, no ha defraudado en absoluto. El líder del campeonato, Nelson Piquet Jr, tenía que salir 16º al haber sufrido las peores condiciones meteorológicas de la pista en su clasificación. Defender sus 5 puntos de ventaja sobre Sébastien Buemi, que salía 6º, parecía algo realmente complicado.
Por su parte, Lucas Di Grassi, el tercero en discordia, no ha tenido en su mano el título en ningún momento, pero tampoco ha sido necesario para vivir una carrera repleta de tensión y emoción hasta la última curva. Nelson Piquet Jr apostó por una estrategia conservadora con el primer coche, ahorrando batería para dar dos vueltas más y hacer una segunda fase de carrera más agresiva. La estrategia fue efectiva al aparecer un Safety Car en el tramo final de la carrera, que le permitió poder adelantar a Salvador Durán tras cederle también posición su compañero de equipo, Oliver Turvey.
Por su parte, Sébastien Buemi también ha tenido el campeonato en sus manos. Un inoportuno trompo le hizo perder posición con Bruno Senna, y el no poder recuperarla, pese a una presión brutal sobre el brasileño y varios intentos fallidos de adelantamiento, le costó el título. En la última vuelta incluso se tocó con Senna en su desesperado intento de materializar el adelantamiento que le daba el título.
La carrera ha sido realmente bonita, al margen de la tensión propia de la lucha por el título, con muchos y buenos adelantamientos y varias actuaciones a destacar, como la del local Sam Bird, vencedor de la prueba con una carrera realmente espectacular y al ataque ante su público.
¿Quién decía que la Fórmula E era aburrida?