Basado en el MINI Countryman, este MINI John Cooper Works Rally preparado de forma específica por X-raid para participar en la próxima edición del Dakar es una maxibestia que deja en el terreno de la anécdota el nombre histórico de la marca de origen británico.
Utiliza un potente motor BMW diésel de seis cilindros, potenciado a 340 CV y que entrega 900 Nm de par máximo. Con él es capaz de superar los 180 km/h... aunque no esperes verlo rodar a esas velocidades, porque lo suyo no es el asfalto, sino lo que queda fuera de él. Por ejemplo, las arenas y las tierras del desierto.
Un nuevo chasis, una nueva carrocería
Cuando lo observas pronto te das cuenta de que no es un Countryman al uso. Su carrocería ha sido fabricada con kévlar y fibra de carbono, y sus cotas ensanchadas se complementan con la altura del capó específica, que ha sido rebajada para que los pilotos tengan mayor visibilidad desde el habitáculo.
En lo que no se ve, el MINI John Cooper Works de Competición cuenta con un chasis diseñado de forma específica para cumplir con los requisitos de la FIA. Ha sido fabricado en tubo de acero con el propósito de que el Countryman, o lo que queda de él, pueda abordar todo tipo de terrenos.
En lo que sí que se ve, la altura libre al suelo ha sido incrementada para garantizar un mejor paso por superficies abruptas. También la altura de las suspensiones ha sido incrementada, y en este MINI es de 250 mm. Por otra parte, los frenos cuentan con discos de 320 mm, y en las ruedas traseras las pinzas van refrigeradas con aire y agua.
Además, el John Cooper Works Rally ha visto rebajar su centro de gravedad, aunque por lo que ha explicado MINI esta acción se ha limitado a cambiar de ubicación la rueda de repuesto, que ahora se emplaza en los bajos del vehículo.
Con los 340 CV y 900 Nm de este MINI John Cooper Works, está claro que quien no hace el Dakar es porque no quiere. Bueno, y por todo el tema de dinero, patrocinios y demás, claro está.
Vía | Autocar