El desembarco de Fernando Alonso en las 500 millas de Indianápolis de 2019 no está siendo tan placentero como el de hace dos temporadas. Hace unas semanas, en el test libre, ya se quedó con las ganas de rodar debido a la lluvia y, sobre todo, a una avería que le dejó tirado nada más apagarse el semáforo.
Pues en los primeros entrenamientos oficiales de la competición la cosa no está yendo mucho mejor. Las averías persisten, el ritmo todavía es lento y, para colmo, Fernando Alonso estrelló su McLaren en la sesión de ayer cuando rodaba a unos 350 km/h. Un accidente que mandó al traste una nueva jornada de entrenamientos para un equipo novato que necesita probar.
Peligra la clasificación para la carrera
Los tiempos de Fernando Alonso, además, no están siendo del todo buenos de momento, aunque en la segunda sesión, antes del accidente, se pudo ver una consistente progresión con respecto a la primera. De momento el mejor giro de Alonso ha sido a 225,433 millas por hora de media (aquí no se mide el tiempo, sino la velocidad), a tres y media del mejor crono.
El accidente de la segunda sesión fue bastante fuerte y tuvo hasta tres impactos del monoplaza contra los muros, aunque afortunadamente Alonso pudo salir en perfecto estado físico del vehículo. De hecho el propio piloto español reconocía minutos después su error y lo achacaba a "infravalorar el agarre de la curva 3".
Pero los problemas no están siendo exclusivamente del piloto, ni mucho menos. McLaren también está sufriendo a la hora de engranar todos los mecanismos del monoplaza. De hecho el martes Alonso también pudo rodar poco debido a los problemas eléctricos que le dejaron en boxes durante gran parte de la sesión.
Ante todo esto, en el horizonte asoma una amenaza improbable pero real: la de que Fernando Alonso no se clasifique para poder disputar la carrera. Debido a la nueva clasificación de Indianápolis solo 33 de los 36 pilotos inscritos podrán participar en la carrera del domingo 26, por lo que tres se irán a su casa antes de empezar.
En principio Fernando Alonso no debería ser uno de ellos, pero si los problemas persisten nada es descartable. De hecho el lunes el piloto asturiano acabó 32º, al borde del precipicio. Este formato de clasficación ya dio una gran sorpresa la temporada pasada, dejando sin participar a James Hinchcliffe, uno de los favoritos.
La parte positiva de los entrenamientos está siendo el gran rendimiento del motor Chevrolet, el mismo que está usando Alonso, y que de momento está copando las primeras posiciones. Además, el también español Oriol Servià, que pilota con propulsor Honda, está asentado en la zona media de la parrilla y parece que podrá correr.