A pesar de que por suerte estas noticias no son habituales cada vez que aparece alguna no podemos más que mostrar nuestra tristeza por lo sucedido. El piloto de la NASCAR México Series, Carlos Pardo, falleció tras un brutal accidente ocurrido en el circuito oval de Puebla.
El coche, en un lance de la carrera, pierde el control y acaba empotrándose contra un muro, desintegrándose momentos después. A pesar del accidente, el piloto logró sobrevivir aunque debido a la gravedad de su estado fallecería camino del hospital.
¿Que hacía un muro de hormigón en esa disposición a esa distancia de la pista, únicamente protegido por unos bidones llenos de agua? Quizás a partir de ahora esas pequeñas cosas se miren más. Otro ejemplo más de que en el mundo de la competición las cosas no se hacen bien hasta que algo de estas características sucede.
Ya pasó en la Formula 1 tras la muerte de Ayrton Senna y Ronald Ratzenberger en Imola o en la propia NASCAR norteamericana tras fallecer Dale Earnhardt. Dos de las más grandes estrellas de cada categoría que veían como su luz se apagaba antes de tiempo. Una vez más tenemos que decir, descanse en paz.
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