General Motors se ha propuesto romper 18 récords de velocidad con una pareja de Opel Astra 2.0 CDTI (165 CV) en el circuito de pruebas de Millbrook (Reino Unido). Entre los récords a batir, el de velocidad media durante 24 horas, de 160 km/h en Reino Unido (1992) y sin récord mundial establecido aún.
Nos referimos a la categoría de turismos de serie, turbodiésel, de 1.6 a 2.0 (FIA) y 1.5 a 2.0 (MSA). Después de haber hecho 4.828 kilómetros (3.000 millas) a una velocidad media de 201 kilómetros por hora, están pendientes de los resultados oficiales. Si lo consiguen, será el Diesel más rápido del mundo en su categoría.
El circuito oval de Millbrook tiene un radio constante, 3.218 metros por vuelta. Los conductores tenían que ir, en turno de cuatro horas, con el pie hundido en el acelerador, a lo que diese el Diesel. Según la ficha técnica, el cinco puertas con ese motor alcanza 215 km/h.
¿Por qué no han hecho la tentativa con el 2.0 CDTI BiTurbo de 195 CV, que alcanza 226 km/h? No tengo la respuesta. Nos asegura la nota de prensa que no hubo consumo de aceite y que los neumáticos se cambiaron por razones de seguridad exclusivamente.
Los Michelin Pilot Sport deberían aguantar 24 horas a esa velocidad según los ingenieros del fabricante de ruedas, pero como las consecuencias de un reventón en la zona exterior de un óvalo a más de 200 km/h es mucho arriesgar, hubo un cambio por coche.
Ambos Astra eran totalmente de serie, quitando la jaula de seguridad con barras antivuelco, asientos de competición Corbeau y cinturones de seis puntos Luke. Los neumáticos son los mismos que se calzan en el modelo de serie. Durante 22 minutos los coches estuvieron parados por repostajes, cambios de conductor y de ruedas.