Nissan ha revolucionado el ‘Japan Mobility Show’ con la presentación del prototipo 'Hyper Force': una bestia 100% eléctrica con 1.000 kW de potencia (1.341 CV), baterías de estado sólido y algún que otro guiño de diseño al mítico GT-R. Con semejante carta de presentación, podríamos estar ante el primer anticipo del ‘Godzilla del Futuro’.
El agresivo concept Hyper Force, revelado en el mismo escenario en el que debutó hace ya 16 años el mítico GT-R R35, es el quinto y último prototipo eléctrico que Nissan ha revelado en Tokio. Y sin duda, es el más arriesgado.
Más de 1.000 CV y baterías de estado sólido
Ha llovido mucho desde que Nissan presentó su primer coche eléctrico en 2010, el entrañable Leaf. Ahora, la marca nipona abre un nuevo capítulo de su historia y avanza en su estrategia de electrificación con cinco nuevos prototipos presentados en un Salón tan importante para la marca como es el de Tokio.
Tres de ellos están claramente enfocados al segmento de los SUV y crossovers, otro mira al transporte de pasajeros y la guinda es Hyper Force, en cuyo desarrollo ha colaborado la división deportiva NISMO: la apuesta más radical y arriesgada pero en cierto modo también la más pasional, ya que podría ser el ‘tataranieto’ de Godzilla en clave eléctrica.
“El Hyper Force no sólo es un superdeportivo, sino también un vehículo adecuado para el uso diario”, decía la marca en la presentación. Lo cierto es que por sus formas angulosas y agresivas, por el momento no parece el anticipo de lo que podría ser un daily car al uso. Otra cosa será cómo se vería el modelo en su forma definitiva de llegar a producción.
Por ahora, con su diseño robusto y ancho, rinde tributo a la herencia de Nissan en el ámbito del alto rendimiento. En este sentido, destacan las enormes entradas de aire delanteras, las puertas de ala de mariposa, el descomunal alerón trasero y, cómo no, esos faros traseros redondos que nos resultan tan familiares y apelan directamente a la nostalgia de la marca.
Pero también llaman poderosamente la atención las primeras especificaciones que se han revelado: ni más ni menos que un tren motriz de 1.000 kW (unos impresionantes 1.341 CV) alimentado por la tecnología de baterías de estado sólido que Nissan espera poder comercializar “en la segunda mitad de esta década”.
En cuanto a lo poco que conocemos aún del habitáculo, con un carácter eminentemente futurista y deportivo, llama la atención un pequeño detalle: los 320 km/h que marca el Head-Up-Display. Según la marca, “el concept Hyper Force ofrece una interfaz de conductor que se adapta a sus capacidades tanto en la pista como en la carretera”.
Así, en el ‘racing mode’ los paneles del tablero se extienden hacia la zona de asientos para rodear al conductor y proporcionar una sensación tipo cockpit: cuatro pantallas rodean el volante para mostrar datos como la adherencia de los neumáticos, la presión del aire, la temperatura del disco de freno o la distribución de energía. En el ‘GT mode’, más relajado, las pantallas se transforman en una pantalla de entretenimiento.
El ligero chasis del Hyper Force incorpora carbono de alta resistencia “y una versión avanzada de la tecnología de tracción a las cuatro ruedas e-4ORCE, que proporciona una mejor capacidad de manejo en circuitos y carreteras sinuosas”, dice Nissan.
También se ha implementado una tecnología de gestión del flujo de aire denominada ‘plasma actuator’, la cual “maximiza la adherencia de las ruedas al suelo y reduce al mínimo la elevación de la rueda interior al tomar curvas”.
El prototipo también incorpora tecnologías de asistencia al conductor de próxima generación en la que los equipos de I+D de Nissan están trabajando, y que incluye “la conducción autónoma avanzada con hiper LIDAR”, además de una serie de sensores específicos para la conducción deportiva.
Por último como buen heredero del Nissan GT-R, tan relacionado con el mundo de los videojuegos, el Hyper Force ofrece tecnología de realidad mixta de última generación: cuando el vehículo está parado, el conductor puede usar un casco específico con viseras opacas para entrar en una experiencia de conducción gamificada y competir contra el reloj o contra usuarios en línea.