Durante décadas, la receta básica para convertir tu coche en una máquina de tandas en circuito, o simplemente para irse de "tramos", ha consistido en instalar un diferencial autoblocante, amortiguadores regulables de cuerpo roscado, llantas de aleación más ligeras. Ahora, MINI propone todos estos elementos de serie en una serie limitada de 100 unidades, reservadas para el Reino Unido, y bautizada MINI John Cooper Works Challenge.
El coche está inspirado en el MINI Challenge de competición y debutará en el próximo Festival of Speed de Goodwood. Basado en el John Cooper de serie, utiliza el mismo 2.0 litros turbo de 231 CV y 320 Nm a 1.250 rpm que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos (con el cambio manual).
Estéticamente, sólo las llantas de aleación, las tomas de aire para los frenos de mayor dimensiones y el alerón trasero, diferenciarán este MINI JCW Challenge de un JCW de serie. Por otra parte, esos elementos están disponibles como accesorios para el JCW estándar. Pero los cambios importantes son los que no se ven.
Las suspensiones cuentan ahora con amortiguadores de cuerpo roscado Nitron (como en el Challenge de competición) que permiten regular su compresión y extensión, así como la altura del coche. Aunque obviamente estos ajustes sean totalmente personalizables, MINI entregará el coche con su recomendación de ajustes para calle y circuito. El tren delantero, por su parte, dispone de un diferencial autoblocante Quaife.
Los otros cambios aportados al JCW Challenge incluyen pastillas de freno Mintex, llantas de aleación de 17 pulgadas algo más anchas que en el JCW de serie, pero que reducen las masas no suspendidas en 2,5 kg en cada esquina, según MINI. Una lástima que este MINI JCW Challenge no llegue a España.
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