Hace unos días os hablábamos del primer Mercedes-Benz SLK con motorización diésel, el SLK 250 CDI. Hoy, la casa de Stuttgart presenta el polo opuesto de la familia del pequeño roadster, el poderoso SLK 55 AMG, que hará su puesta de largo en el próximo Salón del Automóvil de Fráncfort.
A simple vista, el SLK 55 AMG se distingue de cualquier otro de sus hermanos pequeños por sus mayores entradas de aire, las luces de marcha diurna en tecnología LED, las llantas de color negro, las grupos ópticos ahumados, el agresivo difusor o el sistema de escape con salida cuádruple. Tampoco podían faltar las insignias de AMG y el clásico V8 de la aleta frontal.
Por dentro, sus diseñadores se han inspirado en el SLS AMG, y se nota por ejemplo en los difusores de aire, que también parecen turbinas de avión. Gracias al sistema de techo rígido retráctil, el SLK 55 AMG se convierte de coupé a descapotable en apenas 20 segundos.
Bajo esa apariencia de lobo, no se esconde un cordero, sino todo un depredador. El 5.5 litros V8 que encontramos bajo el capó desarrolla nada menos que 422 CV a 6.800 RPM, 540 Nm de par máximo y está basado en el M157 (V8 biturbo) que han montado recientemente el E 63 AMG, el CLS 63 AMG y el S 63 AMG.
Según la marca alemana, el M152 (que así se denomina el motor internamente) es el V8 más eficiente del mercado gracias a tecnologías como el sistema de desconexión de cilindros inspirado en el utilizado en la Fórmula 1. Básicamente, éste sistema lo que hace es desconectar algunos cilindros (2,3,5 y 8) cuando el motor trabaja a baja carga para ahorrar así combustible.
El consumo medio es de 8,4 litros a los cien kilómetros y las emisiones de CO₂ son de 195 gramos por kilómetro, cifras que distan mucho de las de otros deportivos como podría ser el R8 4.2. Éste último, con un V8 de potencia similar y menor cilindrada que el del SLK 55 AMG, produce 332 g/km de CO₂. Después de esto 195 g/km parecen una minucia.
A pesar de su buen hacer a la hora de conseguir ser eficiente, el SLK 55 AMG en combinación con la transmisión automática AMG Speedshift Plus 7G-Tronic de siete marchas (de serie) es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en unos 4,6 segundos y logra una velocidad máxima de 250 km/h (electrónicamente limitada).
Como siempre hay gente interesada en saber si es posible o no desconectar totalmente en ESP, haré hincapié en este tema. El SLK 55 AMG monta uno de los modernos ESP con diferentes niveles de permisividad, que en este caso son: ESP On (activado), Sport Handling Mode (te permite hacer un poco el tonto pero no deja de vigilarte) y ESP Off (desactivado por completo).
El SLK 55 AMG llegará a los concesionarios en enero de 2012 por un precio que debería partir de los 72,590 euros. No obstante, y si nos parece poco, podemos optar por el denominado “Edition 1” (85.520 euros ó 89.447 euros, éste último con la pintura blanca).
Entre los opcionales más interesantes destaca el AMG Handling Package por unos 4.641 euros, el asistente de proximidad Distronic Plus o el sistema de iluminación inteligente o ILS.
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