El Mercedes-Benz EQG desvelado en septiembre del año pasado, pero no empezará a fabricarse antes de 2024. Sin embargo, el hecho de que llegue dentro de unos años le permitirá ser el primer modelo de Mercedes-Benz con una batería que utiliza la química del ánodo de silicio.
Esta nueva celda de batería de alta densidad energética debutará en el Mercedes-Benz Clase G eléctrico y es una solución al problema de cómo alimentar coches eléctricos de gran tamaño evitando lastrarles con enormes y pesadas baterías (hola, GMC Hummer).
La batería del futuro Clase G, fabricada por la empresa Sila Nanotechnologies, utiliza ánodos de silicio y es entre un 20 % y un 40 % más densa energéticamente que las celdas comparables disponibles en la actualidad, aseguran en Mercedes.
Se dice que está nueva celda tiene una densidad de más de 800Wh/l. A modo de comparación, el concepto EQXX que alcanzó una autonomía de 1.000 km con una sola carga tiene una densidad energética de 400Wh/l.
En búsqueda de la mejor densidad energética
En teoría, esto significa que una batería de 100 kWh en el futuro Clase G, por ejemplo, sería entre 20 % y 40 % más pequeña y ligera que la de 100 kWh aproximadamente que equipa el actual Mercedes-Benz EQS.
La densidad de la batería del Tesla Model S Plaid es de 416 Wh/l, por lo que es un poco más alta que la del Mercedes EQXX. Las baterías StoreDot, por su parte, tienen actualmente una capacidad de 680Wh/l y la primera generación de baterías de estado sólido se espera que alcance los 800Wh/l.
Mercedes-Benz no es la única, por tanto, que busca mejorar la densidad energética. Y es que en un momento en el que los coches eléctricos y electrificados son cada vez más pesados y se acercan a las tres toneladas, es urgente mejorar la densidad energética de las baterías.
Ya no solamente por una cuestión práctica, sino por una cuestión industrial (coste) y de autonomía. Si el coche es más ligero, consumirá menos y por tanto tendrá una mayor autonomía a capacidad igual.
El silicio, además, ofrece una alternativa al grafito, más utilizado en la industria y que procede en un 70% de China. Ya no es sólo una cuestión de mejorar la densidad energética, sino también de asegurarse un flujo de materias primas que no sea tan dependiente de China.
Mercedes es el primer cliente automovilístico que ha anunciado públicamente que usará baterías de Sila Nanotechnologies, fundada por un ex ingeniero de Tesla y con sede en California. Y es que Mercedes-Benz tiene una participación minoritaria en Sila, la cual, por cierto, también colabora con BMW.
"La obtención de una densidad de energía tan alta supone un antes y un después y nos permite pensar en direcciones completamente nuevas a la hora de desarrollar futuros coches eléctricos", dijo el Director de Tecnología de Mercedes, Markus Schaefer, en un comunicado.