El nuevo Mercedes-Benz GLC se renueva como híbrido y PHEV para luchar contra el BMW X3 y el Audi Q5

Mercedes acaba de presentar el nuevo Mercedes-Benz GLC. Siguiendo las tendencias del mercado, el nuevo modelo es ligeramente más grande que el modelo saliente, pero también tiene un interior más lujoso y una nueva gama de motores, todos electrificados y tres nuevas versiones híbridas enchufables PHEV con autonomía eléctrica superior a los 100 kilómetros.

Desde el lanzamiento de la primera generación del SUV de lujo en 2015, Mercedes-Benz ha visto crecer las ventas mundiales del GLC hasta casi alcanzar las 2 millones de unidades, es uno de los modelos vendidos del fabricante alemán.

Por tanto, a la hora de actualizar el modelo, Mercedes ha optado por la continuidad para no echar la clientela en los brazos de sus rivales, como el BMW X3, el Audi Q5, el Volvo XC60 o el Jaguar F-Pace. Así, el nuevo Mercedes GLC evoluciona suavemente en términos de estilo, al tiempo que se beneficia de una importante mejora tecnológica con respecto a su predecesor.

Desarrollado junto al último Mercedes Clase C con el que comparte gran parte de su tecnología y su gama de motores, utiliza la última iteración de la plataforma MRA de Mercedes-Benz que le permite albergar una arquitectura eléctrica más avanzada que la plataforma utilizada por su predecesor. Esto le facilita proponer la dirección a las cuatro ruedas, en opción, así como la última generación de los sistemas de asistencia al conductor de la marca.

Estéticamente, conserva un aspecto similar al de su predecesor, pero se distingue fácilmente por sus faros, que se estrechan hacia dentro y se unen con la calandra. Los pilotos traseros son, en esta nueva iteración, más alargados y recuerdan tanto a los del nuevo Clase C como a los pilotos traseros de los modelos eléctricos EQ de la marca, como en los Mercedes EQA o el EQS SUV.

Este estilo conservador, sin embargo, no ha sido un impedimento para mejorar la resistencia al aire del SUV, con un coeficiente de resistencia aerodinámica reducido a 0,29 en la configuración más favorable, frente a los 0,31 del modelo saliente.

En cuanto a las dimensiones, no hay grandes cambios. Obviamente, el nuevo modelo es algo más grande. El nuevo GLC mide 4,72 m de largo (+ 6 cm con respecto al modelo saliente), con una distancia entre ejes de 2,89 m (+ 15 mm), para una anchura de 1,89 m y una altura similar de 1,64 m (- 4 mm). Los voladizos son más largos, 1,5 cm en la parte delantera y 3 cm en la trasera, donde el maletero es ahora más grande y alcanza los 620 litros.

Nuevas ayudas a la conducción

Si bien la carrocería es una evolución del modelo saliente, a bordo, los cambios son mucho más evidentes. El salpicadero del nuevo modelo recupera el salpicadero del nuevo Clase C, con su cuadro de instrumentos digital (de 12,3 pulgadas) y su imponente pantalla táctil vertical de 11,9 pulgadas a modo de consola central. La oferta digital se completa con un head-up display opcional y un sistema de infoentretenimiento MBUX  más eficaz, sobre todo en lo que respecta al asistente de voz, aseguran desde Mercedes.

El nuevo GLC también cuenta con todo un arsenal de ayudas a la conducción inéditas con respecto al modelo saliente. Por ejemplo, el control de crucero adaptativo es capaz ahora de reaccionar a vehículos detenidos sobre la calzada mientras circula a una velocidad de hasta 100 km/h.

El asistente de mantenimiento de carril funciona a velocidades de hasta 210 km/h, mientras que el reconocimiento de señales es ahora capaz de leer las señales luminosas de los pórticos en las autopistas y la mayoría de las señales provisionales de obras.

En opción, se puede pedir el asistente digital con una vista de "capó transparente" muy útil para las maniobras. Además, cuenta con nuevas ayudas en caso de tirar de un remolque, como un planificador de rutas que optimiza el recorrido en función del remolque (anchura del carril, altura de puentes y túneles, etc) y es capaz de efectuar maniobras semiautónomas hasta 5 km/h.

El GLC está equipado de serie con faros LED y en opción los faros Digital Light “para una distribución precisa y de alta definición de la luz”, explican en Mercedes. Estos faros incluyen la posibilidad de proyectar información directamente sobre la calzada, como  para indicar la presencia de un peatón o para avisar de un giro equivocado, por ejemplo.

Tres motores híbridos y tres híbridos enchufables

A nivel mecánico, el nuevo GLC dispone de la misma suspensión delantera de cuatro brazos y trasera multibrazo que la quinta generación de la Clase C. Sin embargo, a diferencia de éste equipa una suspensión neumática Airmatic opcional con control de amortiguación variable, la cual es de serie en los modelos híbridos enchufables.

Esto debería seguir proporcionando una buena combinación de confort y aplomo. En todo caso, con un peso que va desde los 1.915 kg para el modelo más ligero (gasolina de 204 CV) hasta los 2.415 kg (PHEV diésel), era preciso dotar el GLC de una sofisticada suspensión.

En cuanto a motorizaciones, el GLC de nueva generación sólo está disponible con motores cuatro cilindros de 2.0 litros y sobrealimentados por turbo (biturbo en el caso de los diésel). Estos van asociados exclusivamente a una transmisión automática de nueve velocidades y tracción integral. Hay tres motores microhíbridos en la gama, dos gasolina y un diésel, todos equipados con el motor de arranque-alternador eléctrico de 48V de la marca e integrado en la caja de cambios que proporciona un plus de 23 CV y 200 Nm de par.

El resto de la gama se compone de tres motorizaciones híbridas enchufables. Todas cuentan con un motor eléctrico de 136 CV y 440 Nm alimentado por una batería de 31,2 kWh de capacidad, lo que les proporciona una autonomía en modo eléctrico superior a los 100 km (ciclo WLTP) y hasta 140 km/h.

Todavía quedan por conocer más detalles del nuevo Mercedes GLC, como los precios, que conoceremos de aquí a su comercialización, prevista para el otoño de 2022.