Doce jóvenes ingenieros han hecho realidad el sueño de muchos, sustituir el razonable motor diesel de su coche (en este caso un 200 CDI) por un V8 de 388 CV. El resultado es este Mercedes-Benz B 55, un prototipo que nunca llegará a producción pero que consigue dibujarnos una gran sonrisa.
Las modificaciones realizadas no se limitan únicamente a sustituir el motor. Además se han sustituidos los frenos por unos discos de 345 mm delante y 300 mm detrás. Por otro lado se han realizado algunos cambios para reforzar el chasis, que ahora tiene que soportar una cantidad de par muchísimo mayor. Además la suspensión ha sido rebajada.
Ya puestos, nuestros intrépidos ingenieros han añadido una caja de cambios automática de 7 velocidades (7G-Tronic) y por si fuera poco han convertido al Mercedes-Benz Clase B en un modelo de tracción trasera (semejante potencia en el tren delantero puede no ser muy efectivo, de hecho el modelo con más potencia de tracción delantera, el Ford Focus RS500, tiene 350 CV).
Con todo esto, los chicos de Autocar aseguran que el modelo podría alcanzar los 100 kilómetros por hora en unos 5 segundos, y alcanzar una velocidad máxima, limitada, de 250 kilómetros por hora. Estos datos no son, desde luego, oficiales, pero si parecen creíbles, pese al aumento de peso de 180 kilogramos sufrido por el Mercedes Benz Clase B tras la transformación.
Estéticamente se han realizado algunos cambios, tanto en el exterior como en el interior. Por fuera se han añadido algunos retoques, entre los que se incluyen unas llantas firmadas por AMG y unos tubos de escape cromados. Por dentro el volante ha sido sustituido por otro más deportivo, y se han añadido algunos detalles cromados que le den al interior un aspecto más deportivo.
Me pregunto si el Mercedes-Benz B 55 es tan sólo un proyecto de unos estudiantes que trabajan para Mercedes o un pequeño adelanto, una declaración de intenciones de cara a la renovación que sufrirá el MPV de la marca de Stuttgart. Habrá que esperar algunos meses más.
Vía | Autocar
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