AMG es un nombre que infunde respeto. Esta denominación está reservada sólo para los coches más prestacionales de Mercedes-Benz y este año la división alemana de deportivos tiene un nuevo integrante de acceso: el Mercedes-AMG A 35.
Justo mientras está de camino su hermano mayor, el Mercedes-AMG A 45, nos hemos puesto al volante de este compacto deportivo de lujo de 306 CV para ver si en realidad es necesario algo más o con sus capacidades la familia AMG A ya iría bien servida.
Mercedes-AMG A 35: musculoso pero sin estridencias
El Mercedes-AMG A 35 es un Clase A, de eso no cabe duda, pero un Clase A llamativo y que derrocha poderío. Sin ni siquiera arrancar el motor o ponerse en movimiento, el A 35 capta miradas gracias a una carrocería de aspecto musculoso y marcada, pero sin llegar a ser excesiva, especialmente si lo comparamos con un Honda Civic Type-R o un Ford Focus RS.
El color gris de la unidad que hemos probado es posiblemente una de las configuraciones más sutiles que existen para este coche, algo que apreciarán especialmente aquellos clientes que no quieran ir llamando la atención. Eso sí, a poco que se fije alguien en su carrocería se encontrará con numerosos elementos que acentúan su aspecto deportivo.
El paragolpes delantero está marcado por una gran parrilla donde sólo destacan dos líneas horizontales, mientras que por la parte inferior el frontal se ha musculado con grandes entradas de aire y un labio inferior.
Los laterales están presididos por unas grandes llantas opcionales de 19 pulgadas (18" de serie) y una sutil talonera, mientras que en la zaga se deja ver un pequeño alerón fijo en el techo y un paragolpes robusto con difusor integrado y doble salida de escape, una a cada lado.
Un interior al estilo Mercedes-Benz
Pero por fuera es un coche que ya conocemos así que pasamos al interior. Nos encontramos con un habitáculo de calidad Mercedes-Benz, en la línea de los últimos productos de la marca con líneas modernas y una combinación de superficies con varios tipos de brillo diferentes para dar un look moderno y llamativo.
Todas las superficies recubiertas están acolchadas a excepción de la parte inferior de las puertas, el salpicadero y el túnel de transmisión. El contraste con los elementos de aspecto metálico está bien conseguido y le da un toque sofisticado pero aunque dan el pego, muchas molduras son de plástico. Quedan bonitas pero envejecen antes. Aparte está el negro piano, usado con demasiada intensidad en este caso.
El volante tiene unas dimensiones y formas agradables. Es achatado por su parte inferior y por los laterales e incorpora los mandos para controlar las dos pantallas del cuadro de mandos y otras funciones. Su manejo puede ser un tanto lioso al principio pero es práctico, al menos para no tener que usar ni la pantalla táctil ni en la mayoría de los casos los mandos del túnel.
Al igual que en el salpicadero, las piezas del volante de aspecto metálico son de plástico, algo que se traduce en una percepción al tacto no tan buena como el resto de materiales. Especialmente al agarrarlo por la parte achatada, donde notamos cierto crujido que no debería estar ahí.
Lo que sí sobresale y llama extremadamente la atención es el cuadro de mandos 100% digital. La doble pantalla en disposición horizontal aglutina tanto el propio cuadro tras el volante como la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
Su visibilidad es perfecta en cualquier situación y podemos escoger varios modos de visualización que van de esferas a gráficos y dentro de los cuales a su vez podemos escoger desde los gráficos de fuerzas G o indicadores de funcionamiento del motor, consumo o ayudas a la conducción a la presentación del navegador o las clásicas esferas de agujas.
Al principio abruma un poco la cantidad de opciones pero luego acabamos usando siempre las que nos resulten más útiles. Pasa lo mismo con la disposición de gráficos en el modo Supersport, que sí es bastante llamativa pero personalmente queda demasiado futurista y poco práctica.
Al otro lado, el sistema de infoentretenimiento también goza de las mismas virtudes, con una legibilidad perfecta solo interrumpida cuando la luz incide directamente sobre las huellas acumuladas o el polvo sobre la pantalla. El funcionamiento al inicio es un tanto farragoso pudiendo manejarlo desde el volante, la pantalla o el mando central, pero en cuestión de horas habremos ubicado las funciones más prácticas.
Tanto su puesta en marcha como la velocidad de operación entre menús es muy rápida y sobre todo fluida, aportando una experiencia de uso realmente elevada y donde se nota que Mercedes-Benz le ha puesto mimo a uno de los apartados que cada vez miran con más atención los clientes.
Las funciones de climatización se confían a una hilera de mandos físicos de accionamiento intuitivo, rápido y simple. Algo que se agradece a estas alturas en las que la digitalización total de los salpicaderos se ha puesto de moda.
Comportamiento divertido y muy seguro
Sentados tras el volante del A 35 toqueteamos los ajustes eléctricos del asiento hasta encontrar la postura idónea, ajustamos el volante y comprobamos espejos. La visibilidad no es mala, pero tampoco es especialmente buena. Tanto el salpicadero como los laterales de las puertas son muy elevados mientras que la luneta trasera tira a pequeña.
Al arrancar el motor, el AMG de acceso nos regala un ralentí escueto pero rumoroso, con un gruñido gutural de esos que, de momento, no han recurrido a artificios digitales. Es natural y agradable. Nada escandaloso.
Nos ponemos en marcha después de accionar la palanca de la caja de cambios, al lado derecho del volante como de costumbre en Mercedes-Benz, y el A 35 se empieza a mover de manera suave.
En condiciones de uso normal el A 35 no destaca por demasiado con respecto a un Clase A. El sonido no es estridente ni el tacto general resulta incómodo. Las suspensiones sí que se perciben considerablemente duras y en zonas de baches y/o resaltos pasan factura.
En cuanto al consumo hay que reconocer que no es un coche para hypermillers. Tanto por su motor como por su carácter, el Mercedes-AMG A 35 es un coche difícil de mantener por debajo de la barrera de los 10 litros de media.
Haciendo una conducción suave con mucha autopista y siendo delicados con el acelerador y las marchas sí podremos rebajar esa cifra, pero en cuanto el sonido y la picardía que se encierran bajo el capó conquistan a nuestro pie derecho en carreteras donde llevar un ritmo ligero los consumos se ponen rápidamente por encima de 20 litros. De esta manera la autonomía no es uno de los puntos fuertes del A 35.
Pero no es para eso para lo que el Mercedes-AMG A 35 ha sido concebido. Este compacto de corte deportivo es el primer escalón en la gama AMG, y eso se nota en unos genes que no se esfuerza en ocultar en lo que se refiere a sensaciones.
El motor de cuatro cilindros en línea es un bloque de aluminio de 1.991 centímetros cúbicos que ha sido modificado con respecto al de 224 CV que equipa el Clase A. Se ha instalado un turbo de doble entrada, intercooler aire-agua y una nueva línea de escape con válvula de mariposa que regula el sonido.
Con estos cambios el motor del A 35 consigue llegar a unos más que buenos 306 CV de potencia máxima y generar un par motor de 400 Nm. Las cifras no están mal, pero lo mejor reluce cuando empezamos a jugar con el pedal derecho.
Con las regulaciones de la electrónica en los modos más prestacionales, la respuesta del propulsor es enérgica y su estirada hasta más allá de las 6.000 revoluciones nos produce un hormigueo de empuje y satisfacción, acompañado por un sonido del motor excitante además de el perceptible sonido del turbo.
La caja de cambios SPEEDSHIFT DCT AMG 7G tiene es de doble embrague y su funcionamiento subiendo marchas es rápido y en modo automático se comporta de manera decente para un uso no extremo. Sí es algo lenta a la hora de reducir dos o tres marchas en recuperaciones, pasando demasiado tiempo entre que pisamos el acelerador y obtenemos el empuje que buscamos. Es buena, pero no tiene telepatía.
Para solucionar esto, el Mercedes-AMG A 35 incluye un modo totalmente manual para la caja de cambios, siendo una de las pocas que si no cambiamos de velocidad acelerando, la aguja puede llegar al corte, respondiendo las órdenes del conductor al 100%. Sólo será más conservador en reducciones para evitar problemas de fiabilidad.
Llegando a zonas de curvas es donde el A 35 nos muestra su mejor cara. Si bien se puede utilizar en modo Confort como un utilitario normal gracias al ajuste de suspensiones en tres niveles AMG DYNAMIC SELECT (opcional), es en modo Sport+ donde este coche cobra todo su sentido.
La dirección se siente precisa y aporta bastante información de lo que ocurre bajo las ruedas. Es ágil y se mueve con rapidez de un lado a otro conteniendo a la perfección los movimientos de un conjunto que sobrepasa por poco los 1.500 kg de peso.
El A 35 sigue al pie de la letra las órdenes que aportamos desde el volante, ayudado en gran parte por el sistema de tracción integral 4MATIC de la casa alemana, cuyo funcionamiento le otorga la sensación de ir atornillado al asfalto que sólo se descompone ligeramente acelerando muy fuerte en curva con pequeños movimientos perfectamente controlables.
En cualquiera de los modos de conducción normal la entrega de potencia se realiza hacia las ruedas delanteras, pero cuando es necesario se manda hasta un 50% del par motor a las ruedas traseras. Esto se traduce en un comportamiento que tiende a cerrar las curvas hacia donde apuntamos con el volante contrarrestando la fuerza centrífuga.
También aportan su granito de arena al comportamiento dinámico del conjunto el diferencial trasero libre y la función AMG DYNAMICS del ESP con dos niveles de funcionamiento que frena la rueda interior en los virajes. Mucha eléctrónica y mucho control, pero permitiendo al conductor divertirse.
Los gadgets de este Mercedes-AMG A 35 también incluyen el modo RACE START. Este control de salida prepara la caja de cambios para lanzar al coche a toda velocidad desde parado y es capaz de dejarte pegado al asiento. Por cierto, unos asientos que si bien son de aspecto deportivo no ofrecen demasiado soporte lateral. Se ha primado el confort y la estética por encima de la efectividad.
A la hora de frenar va sobrado. El equipo de frenos reforzado con discos ventilados y perforados (350 y 330 mm) es capaz de detener el coche con precisión y contundencia, ayudado por la pisada de unos grandes neumáticos en medidas 235/35 R19 (opcionales). En reducciones el modo Sport+ nos regala los oídos simulando el punta-tacón de un manual.
Viendo de lo que es capaz el A 35 con 306 CV. Vale, sí, con más potencia siempre hay más diversión, pero el A 35 es un coche realmente equilibrado y divertido en el que no echamos en falta más chicha. Seguramente la puesta en escena del Mercedes-AMG A 45 sea una maniobra de marketing; al fin y al cabo será el cuatro cilindros de serie más potente del mundo con hasta 421 CV.
Equipamiento tecnológico a la altura de las prestaciones
Si bien en AMG no han escatimado en recursos para crear un coche efectivo y dinámico, también se percibe la línea moderna y mainstream de Mercedes-Benz manteniendo todas las aptitudes tecnológicas de su compacto.
El A 35 incluye de serie el Mercedes Benz User Experience (MBUX) el sistema de inteligencia artificial para el control por voz que estrenó el Clase A y que trata de hacer del interior del A 35 un coche más humano, aunque sus capacidades son limitadas todavía.
En lo referente a ayudas a la conducción el A 35 también incorpora los últimos avances estrenados por la marca. Así, entre sus capacidades más útiles tenemos un asistente de mantenimiento de carril con control de crucero dinámico (DISTRONIC) con reconocimiento de señales que es de los mejores del mercado. Su funcionamiento es poco intrusivo y nos permite relajarnos en tramos de autovía.
También incluye asistente de aparcamiento automático. Pulsando el botón del asistente el A 35 comenzará a buscar un aparcamiento y, cuando lo encuentra, inicia la secuencia de aparcado. Suele costarle encontrar un sitio con las medidas apropiadas ya que necesita algo de espacio, pero cuando lo localiza es bastante efectivo, aunque realiza las maniobras demasiado deprisa para sentirnos cómodos viendo cómo se mueve.
Asistente de frenado activo, avisador de cambio de carril, PRE-SAFE Sound para mitigar el daño en los oídos de los ocupantes en caso de accidente o control de ángulo muerto son algunos de los gadgets que encierra el A 35.
Lujo y deportividad a un precio muy por encima de la media
El precio del Mercedes-AMG A 35 arranca en 58.550 euros, un paso por debajo de la barrera psicológica de los 60.000 euros y duplicando en precio a otros hot-hatch que podrían competir en cuanto a sensaciones, pero esos juegan en una liga inferior.
Poniéndolo en perspectiva de su competencia entre los compactos deportivos del segmento premium, el Mercedes-AMG A 35 puede medirse contra el Audi S3 Sportback quattro de 300 CV, un BMW M135i xDrive de 306 CV o el Volkswagen Golf R de 300 CV, siendo considerablemente más caro que todos ellos: unos 6.000 euros por encima de los dos primeros y más de 10.000 sobre el Golf. Un SEAT León Cupra R está más de 20.000 euros por debajo.
En definitiva el Mercedes-AMG A 35 es el acceso a AMG; un coche prestacional que no renuncia a incorporar todos los avances técnicos posibles manteniendo unas dosis de picardía muy elevadas. Es todo un AMG y eso se nota tanto en el comportamiento como en un precio que lo deja sólo al alcance de unos pocos.
Mercedes-AMG A 35 4MATIC - Valoración
.5
A favor
- Percepción de calidad
- Comportamiento excitante
- Musculoso pero sutil
En contra
- Precio elevado
- Algunos materiales interiores
- Caja de cambios lenta en reducciones
Mercedes-AMG A 35 4MATIC - Ficha técnica
Versión probada | A 35 4MATIC | |||
Cilindrada | 1.991 cm³ | Tipo de tracción | Integral 4MATIC | |
Bloque motor | Cuatro cilindros en línea turbo | Combustible | Gasolina | |
Potencia | 306 CV a 5.800 – 6.100 rpm | Capacidad del depósito | 51 litros | |
Par motor | 400 Nm a 3000 – 4.000 | Consumo urbano | 9,3 l/100 km | |
Masa en vacío | 1.550 kg | Consumo extraurbano | 6,1 l/100 km | |
Velocidad máxima | 250 km/h | Consumo combinado | 8,4-7,9 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 4,7 segundos | Capacidad maletero | 370 litros | |
Transmisión | AMG Speedshift DCT 7G de siete velocidades | Precio | 58.550 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Mercedes-Benz. El servicio de fotografía ha corrido a cargo de Two_Sides. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.