En plena era de la electrificación, Mazda decidió apostar fuertemente por los motores de combustión eficientes: Skyactiv-D, Skyactiv-G y como punta de lanza para cumplir objetivos de emisiones fijados por la Unión Europea y evitarse una multa, el motor de gasolina Skyactiv-X que se comercializará a partir de septiembre en España.
¿Cómo va a lograr Mazda reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) hasta los 95 g/km en su gama para 2021 cuando aún no está inmerso en la esfera de los motores eléctricos? Más aún cuando hace unos años aseguró que para 2035 contaría con el 84,4 % de los motores de combustión interna en su gama.
Mucha demanda de SUV y poca de diésel
Las autoridades han dejado en claro que para 2021, y progresivamente a partir de 2020, el promedio de la flota que deben cumplir todos los vehículos nuevos es de 95 gramos de CO₂ por kilómetro. Eso es 24,7 g/km más que el promedio registrado para los 11 fabricantes que venden más de 300.000 unidades en 2018.
Jato Dynamics estima que el nivel de CO₂ de Mazda fue de 135,2 g/km en 2018, bastante lejos del objetivo. ¿Por qué Mazda no llega? En una entrevista a Automotive News, el CEO de la compañía, Akira Marumoto, ha explicado los dos factores que impiden que cumplan con los objetivos:
- El modelo más vendido es el SUV CX-5.
- Las ventas de los modelos diésel más pequeños como el Mazda2 y el Mazda3 han ido disminuyendo. Encontramos la razón en que el diésel ayuda a contener las emisiones de CO? en las gamas de los fabricantes; en una gama como la de Mazda, eso significa que si ha disminuido el mix de diésel, entonces ha aumentado el mix de gasolina, por lo que en el cómputo global aumentan los niveles de CO?.
Marumoto sabe que deben cumplir con una regulación de emisiones más estricta a partir de 2020; hasta que no empiecen a vender híbridos enchufables, combinados y coches eléctricos se exponen a sanciones por parte del ejecutivo comunitario. Y es que Europa es un mercado muy importante para la firma: el año pasado supuso una quinta parte de sus ventas.
De momento, Mazda planea lanzar vehículos eléctricos dirigidos en exclusiva al mercado chino para 2020 (probablemente en forma de SUV), mientras que el primer coche con motorización eléctrica llegará a Europa el año que viene, y entre 2021 y 2022 la firma nipona introducirá híbridos enchufables.
La pregunta es: ¿no será demasiado tarde? Marumoto ha dejado claro que el nuevo motor Skyactiv-X, con un sistema de microhibridación, será uno de los factores principales que consigan que Mazda cumpla los objetivos europeos para 2021 en relación al Acuerdo de París.
Este motor promete unas emisiones de menos de 100 g/km gracias a un sistema de microhibridación de 24V. La marca nipona asegura que ese 30 % de ahorro de consumo con respecto al Skyactiv-D equivale a 5,4 l/100 km de media y unas emisiones de 96 g/km de CO₂ (con cambio manual, tracción delantera y llantas de 16 pulgadas; con las de 18 sube a 5,6 l).
Pero, ¿qué ocurrirá si no consigue cumplir? Ya a finales de 2018 supimos que había reservado 10.000 millones de yenes -más de 77 millones de euros- para pagar multas. Ante la pregunta de si asumirá las sanciones o reducirá la producción de los modelos con más emisiones, la respuesta del CEO es 'equilibrio':
"Tendremos que equilibrar el impacto de las posibles penalizaciones de CO₂ con nuestros objetivos de ventas. Pero también tenemos que considerar la sostenibilidad de nuestra red de distribuidores."
Desde Mazda España nos cuentan que sus ingenieros se encuentran desarrollando actualmente los nuevos motores Skyactiv-X de seis cilindros en línea, tanto en gasolina como en diésel. Ambos desarrollos se enmarcan dentro del plan Zoom Zoom Sostenible 2030, cuyo fin es reducir en un 50 % las emisiones medias de la gama y un 90 % para 2050, en comparación con los niveles de 2010.
Estos motores de seis cilindros se sumarán a la oferta de Skyactiv-X y electrificación para ampliar el objetivo tecnológico de cara a ese horizonte 2030 de reducción de emisiones.
Además hemos podido saber que estos motores de seis cilindros se implementarán en la futura plataforma para modelos de tamaño grande y con apoyo eléctrico, "ya que se muestra como una solución muy eficiente en ese camino de reducción de emisiones", asegura la firma nipona.
La brecha entre los objetivos y la realidad: penas de 33.600 millones de euros
Según Jato Dynamics, durante 2018 solo Tesla cumplió con los objetivos de emisiones, con una media de 0,0 g/km. Le siguieron Toyota (101,3 g/km) y Nissan (rozando los 113 g/km) con una disminución de emisiones respecto a 2017. En números rojos y con exceso de emisiones CO₂ respecto al año anterior se posicionaron Renault (113,2 g/km) y PSA (114,2 g/km).
De los fabricantes que aparecen en el ranking de Jato -con más de 300.000 unidades vendidas al año- solo cinco consiguieron reducir sus emisiones en 2018 respecto al año anterior, además de Tesla: Toyota, Nissan, Suzuki, Honda y General Motors, mientras que los que más aumentaron las emisiones en sus flotas fueron Daimler (+ 9,2 g), Jaguar Land Rover (+ 6,8 g) y BMW (+ 6,5 g).
¿Dónde se sitúa Mazda en esta lista? En el número 15 con una media de 135,2 g/km y un aumento de emisiones de 4 g respecto a 2017. Según el panorama y el análisis realizado por este proveedor, a partir de 2021 los fabricantes que vendan en Europa se enfrentarán a multas por exceso de emisiones de 33.600 millones de euros.
El Grupo Volkswagen tendría que pagar la mayor multa de 2.525 euros por automóvil vendido; casi 9.200 millones de euros. En el caso de PSA la situación es un poco más complicada. La compañía, dirigida por Carlos Tavares, está a 23,1 g/km del objetivo de 2021. En consecuencia, estaría obligado a pagar una multa de 2.194 euros por automóvil vendido, según Jato.
Y es que estamos ante un pastel con demasiadas capas y en el que la guinda está formada por una crisis climática sin precedentes. Una guinda que a veces se pasa por alto y que implica a todas las esferas.