La idea es invertir unos 514 millones de euros para reflotar la empresa, pagar deudas y poner en marcha la cadena de producción a partir de primavera. Sin duda General Motors no lo aprobaría, y podría romper los acuerdos de licencia que tiene con Saab, es decir, quita su tecnología de enmedio.
¿Problema? Que habrá que reemplazar todos esos componentes por otros, o desarrollarlos desde cero, porque no pueden fabricar componentes de GM sin licencia. De momento quieren sacar a la luz modelos basados en la plataforma Phoenix, que es propia de Saab, y tiene menos del 10% de tecnología GM (por ejemplo, la suspensión HiperStrut).
Parece mejor todo esto, que dejar que la empresa desaparezca, ¿o no?
Vía | Autocar
Fuente | Dagens Industri
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