Ante la preocupante situación epidemiológica que asola nuestro país vecino, Portugal ha decretado la prohibición para los ciudadanos portugueses de viajar a otros países, lo que incluye España, ya sea por tierra, mar y aire. La medida estará activa al menos 15 días, desde el 31 de enero.
Esta limitación de movilidad, se suma a otras medidas decretadas ayer por el Gobierno de Portugal, que viene de la mano de la prórroga del estado de emergencia en la Asamblea de la República, y que ha contando con el apoyo de las principales fuerzas políticas del país.
La frontera entre España y Portugal se cerró en marzo de 2020, en plena explosión de la pandemia, y se mantuvo hasta junio. Aunque en este caso, y por ahora, no se trate de un cierre de fronteras estrictamente hablando.
"Las fronteras no están cerradas. Hay control, pero no están cerradas"
Y es que, el ejecutivo portugués ha anunciado que "quedan limitados los viajes fuera del territorio continental para los ciudadanos portugueses" ya sea por "carretera, tren, aire, río o mar". Este "cierre" se hará efectivo el domingo 31 de enero y estará vigente hasta el 14 de febrero, aunque podría prorrogarse.
En definitiva, ningún portugués podrá viajar más allá de las fronteras del país, excepto por causa justificada, ya sea por coche, u otro transporte terrestre, así como en barco o en avión. Además se podrían suspender vuelos y se exigirá el confinamiento obligatorio de las personas que entren en el país, cuando "la situación epidemiológica así lo justifique".
El gobierno luso también detalla que se controlarán los pasos terrestres, refiriéndose a los puntos fronterizos con España. Sin embargo, no se puede hablar estrictamente de un cierre de fronteras, ya que, por el momento, la limitación se aplica de forma expresa a las personas que residen en Portugal y en ningún momento se señala la prohibición de entrada de ciudadanos de otros países.
La ministra portuguesa de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, según publica El Confidencial, ha señalado expresamente que "las fronteras no están cerradas. Hay control, pero no están cerradas".
Por su parte, la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, según recoge El País, ha reconocido que España está ultimando la limitación de movilidad fronteriza con Portugal, y que afectaría tanto a portugueses como españoles. La decisión se toma a propuesta del estado vecino y habría asegurado que esta limitación es "pactada de común acuerdo". Pero por el momento, no hay comunicación oficial.
Además, González Laya ha puntualizado que se habilitarán pasos "que permitan seguir manteniendo un flujo para aquellas categorías de personas autorizadas", es decir para cruzar la frontera, "siempre de común acuerdo".
Es de esperar que las "personas autorizadas" a las que alude la ministra española incluyan a los trabajadores transfronterizos españoles y, esencialmente, portugueses. Aunque aún no se ha detallado expresamente como afectará la medida a estos ciudadanos.
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