Y comenzó la prórroga para el Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente, o Plan PIVE-3. La tercera edición del PIVE mantiene las condiciones de su antecesor y estará en vigor durante un año o hasta el agotamiento de los fondos, que proceden de un crédito con cargo a los Presupuestos Generales del Estado a través del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía.
Como sabemos, son 70 millones de euros para 70.000 vehículos, y las cuantías individuales siguen siendo de 2.000 euros (aportados fifty-fifty por el Gobierno y los fabricantes) en vehículos de precios hasta 25.000 sin IVA, si bien las ayudas se elevan a 3.000 euros (1.500 por cada parte) en vehículos de más de cinco plazas adquiridos por familias numerosas, cuyo precio puede aumentar hasta los 30.000 euros (IVA aparte). A cambio, el vehículo que se entregue para achatarrar debe ser un turismo de antigüedad superior a 10 años o un vehículo comercial ligero de más de 7 años.
Por parte del IDAE, los beneficios del PIVE apuntan a un ahorro anual de 36 millones de litros de carburante y 122.000 toneladas de CO₂. Por parte de los fabricantes de automóviles asociados en ANFAC, se destaca la demanda adicional de 26.000 vehículos que supondrá la medida, además de unos ingresos fiscales de 278 millones de euros entre IVA e impuesto de matriculación (220 + 58).
¿Hasta cuándo durarán efectivamente los fondos destinados al PIVE-3? Las dos anteriores ediciones del plan público de ayudas a la compra de automóviles fueron un éxito. Tanto en el día a día como visto en perspectiva, el PIVE ha funcionado bien como estímulo para el mercado, hasta el punto de ir encadenando prórrogas a medida que se iban terminando las partidas previstas.
La cuestión de fondo está en saber hasta cuándo se puede mantener este ritmo en la concesión de ayudas públicas. En el balance global, es casi evidente que sale a cuenta ayudar a un sector que es vital en el maltrecho entramado industrial español. Ahora bien, ¿hasta qué punto será posible echarle una mano al sector? Esa es la pregunta.