Esta semana ha sido movida en SEAT. La marca anuncio la implantación de una fábrica de baterías en Sagunto que dará trabajo a 3.000 personas, publicó sus resultados de 2021, con pérdidas a pesar de haber vendido un 10 % más de coches que 2020, y aclaró cuál sería el nuevo modelo electrificado de CUPRA.
Los resultados no son los esperados, pero la inversión se mantiene y hay un plan de producto a medio plazo. Sin embargo, se tiene la sensación que todo pasa por CUPRA, dejando a SEAT de lado.
¿Corre la marca algún peligro? ¿Va a quedar relegada a un segundo plano? ¿Qué pasa con la fábrica de Martorell?
En principio, a pesar de lo que se pueda pensar, SEAT no va a estar en segundo plano frente a CUPRA. Y es que sigue siendo la marca del fabricante español que más vende. De los 470.500 coches que SEAT SA (SEAT + CUPRA) vendió en 2021, 391.200 lo fueron bajo la marca SEAT.
La segunda marca del fabricante, CUPRA, vendió 79.300 coches. Para colmo, casi el 70 % de las ventas de CUPRA se realizaron con el Formentor (54.600 coches), relegando el Ateca y el Leon a papeles secundarios.
Aun así, puede sorprender la falta de coches eléctricos en SEAT a corto y medio plazo. Incluso el Born, que iba a ser SEAT es finalmente un CUPRA. La marca deportivo anunció incluso un nuevo modelo electrificado, que no eléctrico, y que en principio no tendrá equivalente en SEAT.
Y con las declaraciones de Wayne Griffiths, CEO de SEAT, añaden leña al fuego: "Cupra no es el final de Seat. Cupra le da un futuro a Seat y el futuro es eléctrico. El futuro es CUPRA". Lógicamente se puede uno preguntar, qué pasa entonces con SEAT.
CUPRA: vender mejor, no vender más
En este periodo de transición hacia una movilidad únicamente eléctrica, SEAT y CUPRA se necesitan. Los coches eléctricos y enchufables siguen siendo todavía caros, por encima de los 30.000 euros para un coche que no sea esencialmente urbano.
Y el cliente de CUPRA, una marca creada hace poco, pero con un nombre ya conocido y con éxito en los importantes mercados de Reino Unido y Alemania, sí está dispuesto a pagar sumas importantes de dinero para su coche. No es el caso de SEAT.
Las cifras de ventas de SEAT y de CUPRA de modelos electrificados lo dejan muy claro. CUPRA vendió 32.513 unidades de coches electrificados de un total de más de 79.000 coches, esencialmente Formentor e-Hybrid, ya que el CUPRA Born llegó al mercado en septiembre de 2021 (se vendieron 3.300 unidades).
SEAT, por su parte, entre el Mii Electric, el SEAT Leon e-Hybrid y Tarraco e-Hybrid no llegó a 29.000 unidades de coches electrificados sobre un total de casi 400.000 coches, de los cuales, por cierto, casi la mitad son SEAT Arona y SEAT Ibiza, los más baratos de la gama.
Así, a pesar de que las ventas de CUPRA no llegan al 17 % del volumen total de las ventas de SEAT SA, su facturación representó en 2021 el 25% de la facturación global de la empresa. Con CUPRA no se trata de vender más, sino mejor. De ahí, que CUPRA se lleve la mayor parte de la inversión en cuanto a electrificación y coches eléctricos, como el futuro Tavascan y la futura berlina-coupé.
Mientras tanto, SEAT sigue haciendo volumen, aportando el 75 % de la facturación de las dos marcas y, al final, participando a la financiación de CUPRA y absorbiendo parte de los costes de desarrollo de los CUPRA híbridos al compartir plataformas y elementos mecánicos. Porque no hay que olvidar que CUPRA es una marca comercial, no un fabricante. Los CUPRA siguen saliendo con número de chasis de SEAT, no de CUPRA.
El futuro de SEAT va ligado al éxito de CUPRA
A medio plazo, SEAT y Martorell tienen futuro. Sin embargo, es inevitable preguntarse cuál será el hueco de SEAT y Martorell en el seno del grupo Volkswagen. A Volkswagen siempre le ha costado buscarle un hueco o un posicionamiento a SEAT en el mercado y en el grupo. Pasando por fases de coches asequibles a querer convertirla en una suerte de Alfa Romeo española, pero sin realmente darle los medios y el producto, más allá de los Ibiza y Leon Cupra. Vamos, que estuvieron dando bandazos.
El papel de Alfa Romeo a la española, marca pasional y que roza el espectro premium del mercado, recae finalmente en CUPRA. En cuanto a SEAT, desde la anterior generación de SEAT Leon y con la llegada de los Ateca y Tarraco, parecen haber dado en el clavo: marca generalista que ofrece el mismo producto que en Volkswagen o Audi a un precio mucho más asequible. El problema es que ese papel lo ocupa Skoda desde hace más de una década. Y los resultados de Skoda son muy superiores a los de SEAT.
La firma checa vendió 878.200 coches en 2021, mientras que en 2020 vendió más de un millón de coches. Facturó en 2021 17.700 millones de euros y generó algo más de 1.000 millones de euros de margen operativo. Skoda vende el doble que SEAT y genera sustanciales beneficios. Lo que explica que Skoda no solamente tenga varios modelos electrificados en su gama, sino además dos coches eléctricos de tipo SUV derivados del Volkswagen ID.4.
La instalación de una fábrica de baterías en Sagunto, para surtir tanto a Martorell, como a Ford (el grupo estadounidense fabricará coches eléctricos para Europa sobre la plataforma MEB del grupo Volkswagen), y eventualmente a Landaben, en Navarra, es una buena noticia para SEAT como fabricante y el empleo que supone.
Como marca, su supervivencia quedará supeditada a la llegada del pequeño coche eléctrico urbano que fabricará y a como le va a ir a CUPRA en términos de ventas.
En ese sentido, hay que reconocer que la jugada de Luca de Meo, ex CEO de SEAT e impulsor de CUPRA, ha sido maestra. Sí, CUPRA vende mucho menos que SEAT y Skoda, pero genera más beneficios. Y en un momento en el que los fabricantes consideran que el mercado en el futuro será mucho más pequeño que en la actualidad (por eso todos invierten en servicios de movilidad), el fabricante que sobrevivirá será el que más ingresos genere por coche, no el que más fabrique o venda. De ahí, tambi´én, la tendencia generalizada a crear marcas premium (CUPRA, DS) o querer posicionarse más arriba (Peugeot, Mazda, Honda), salvo Renault que apostó con éxito por Dacia.
Estamos en un periodo de transición de la movilidad y quizá también en un periodo de transición entre SEAT y CUPRA. Entonces, sí, puede que en 15 o 20 años, SEAT como marca ya no exista fuera de España, pero si CUPRA sigue en su senda actual, gracias a ella, la factoría de Martorell seguirá funcionando. Y aunque quizá con una menor capacidad, seguirá activa. Y eso es lo realmente importante.
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