Desde el subidón subidón que pegó el petróleo en verano de 2008, la cosa se relajó mucho, y a principios de 2009 podíamos ver precios como los de la imagen que ilustra esta información. Ahora duele mucho ver algo así, porque gasolina y gasóleo han subido más de la mitad en solo tres años.
Si comparamos los precios medios en España desde entonces hasta hoy, vemos cómo ha subido el llenado del depósito una burrada. Por ejemplo, echar 50 litros de gasolina a precios de 2009 costaba 43,75 euros. Si hablamos de gasóleo, los 50 litros costaban 43,45 euros. ¡Qué tiempos aquellos!
Si hacemos ese cálculo con los precios medios en España, en la actualidad, 50 litros de gasolina salen a 68,35 euros (+24,6 euros) y 50 litros de gasóleo cuestan 68 euros (+24,55 euros). Fijaos que el gasóleo no mantiene grandes distancias en precio con la gasolina, ni hace tres años, ni ahora.
Nos hemos acostumbrado al combustible caro
En esta gráfica podemos ver que a lo largo de 2011 nos hemos acostumbrado a pagar el caldo a precio de oro líquido. Salvo una bajadita en diciembre que alivió nuestros bolsillos, el combustible ha subido muchas veces por encima del IPC. Y lo lamentable es que de esta ratonera es difícil salir.
Las consecuencias se ven todos los días: la gente conduce menos y corre menos (hasta la DGT lo ha notado), ha bajado el consumo de productos petrolíferos, las páginas de coche compartido aumentan exponencialmente su uso, más gente se ha enterado de la conducción eficiente, los modelos de bajo consumo se venden muchísimo, etc.
El año pasado se intentó una campaña de boicot a los altos precios desde Forocoches, pero no acabó logrando una masa crítica de usuarios suficiente. Decía Siniestro Total: “menos mal que nos queda Portugal”. Ni eso, los lusos pagan un combustible astronómicamente caro en relación a su nivel de vida.
Nos sobran las razones para estimular la venta de biocombustibles y de GLP en España, pero no veo a la gente moverse, ni a la Administración. Los coches eléctricos todavía no son una solución accesible al ciudadano medio, sino a quien tiene 30.000 euros para un coche que no le sirve para hacer largos trayectos y puede enchufarlo a diario.
Seguimos despertando del sueño del petróleo barato y abundante, pero más rápido de lo que pensamos. Aunque no hubiesen tenido lugar las revoluciones árabes (que tienen décadas de retraso), ni el rebote de los iraníes… aún nos queda una crisis económica salvaje que recuerda a la época de la Segunda Guerra Mundial.
El Gobierno actual tiene la oportunidad de hacer políticas valientes y agresivas para reducir el consumo de combustible del país, y fomentar la diversidad de orígenes energéticos. Ya lo vimos en la carta abierta al nuevo ministro de Industria. Los consumidores no podemos hacer mucho más, les toca a ellos hacer algo.
GLP, una oportunidad a la vista
Repsol es el operador que más cree en la oportunidad del GLP como combustible alternativo, casi todas las EESS que lo sirven son suyas. A finales de 2010 había unas 30-40, a finales de 2011 unas 100 y se espera que para finales de año haya 200. Es más, dijeron que aumentarían a razón de un centenar anual.
En mayo de 2009 probamos el autogás por primera vez, de la mano de Chevrolet, con un Aveo 1.2 y un Captiva 2.4. Costaba el litro 44 céntimos, hoy de media sale a 73 céntimos. Ha subido más que la gasolina, pero aún así, es mucho más rentable. 50 litros de GLP en 2009 eran 22 euros, y ahora, 36,5 euros: diferencia, 14,5 euros.
Según la normativa actual, se puede adaptar cualquier coche a gasolina que cumpla Euro 3 en adelante, con o sin homologación R-115. El precio suele rondar los 1.800 a 2.100 euros + IVA. Cuanto más cara esté la gasolina, más va a interesar. Normalmente se amortiza a los 50.000 a 100.000 km, pero esto depende del coche y lo que nos consuma.
Vía | Federación de Usuarios-Consumidores Independientes, Gasofa
En Motorpasión | Rebelión contra las petroleras, otra idea para abaratar el precio de los combustibles