Un día después de que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, compareciera en el Congreso de los Diputados con un plan de movilidad bajo el brazo y la promesa de enterrar al diésel, varias asociaciones han respondido alarmadas.
Desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) se ha pedido al Gobierno que encauce la "cruzada contra el diésel por que el Euro 6 ya emite menos que un gasolina", afirma. Por su parte Faconauto, la asociación de concesionarios, ha calificado de "precipitada" la subida impositiva del diésel. Y ANFAC también avisa: el veto al diésel amenazaría 40.000 empleos.
Los empleos, avisa la industria, estarían en peligro
La frase de la ministra Ribera "el diésel tiene los días contados" ha caído como un jarro de agua fría. La asociación de fabricantes y automóviles ANFAC ha pedido "moderación" al Gobierno en torno al diésel por las implicaciones que podría tener el veto a esta tecnología en materia de empleo e industria.
"Más de 40.000 empleos y 17 fábricas de automóviles en España están directamente vinculadas a la producción y venta de vehículos diésel en España. Se fabrican más de 1,2 millones de vehículos diésel en el país al año", ha comunicado la asociación.
Por su parte, el presidente de ANFAC, José Vicente De Los Mozos, ha avisado acerca de que "la incertidumbre solo puede provocar que perdamos oportunidades de nuevas adjudicaciones de modelos y con ello, que nuestra industria se debilite gravemente". La asociación resalta que esta persecución al combustible diésel se inicia "cuando los motores están más avanzados tecnológicamente que nunca", incluso con las nuevas condiciones regulatorias de medición de emisiones impuestas en Europa.
En recientes declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no se trata tanto de "igualar de un día para otro el precio del diésel al de la gasolina sino de ir progresivamente recorriendo ese camino para disuadir de la utilización del diésel". La ministra ha querido recalcar que estas medidas se enmarcan dentro de la recomendación de Europa y que cualquier regulación que se lleve a cabo excluirá expresamente a transportistas profesionales y autónomos.
Declaraciones "temerarias"
El presidente de Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña, ha pedido al Gobierno que encauce la "cruzada" contra las motorizaciones diésel y evite lanzar "dardos sin fundamento" a esta tecnología. En opinión de la asociación, demonizar al diésel condiciona la demanda al meter en el mismo saco a modelos eficientes.
Ganvam subraya además que las matriculaciones diésel representan el 37 % del total y hace dos años llegaban al 75 %. Un plan de incentivo de achatarramiento y la estimulación de la renovación con modelos más eficientes son los ingredientes que propone para evitar enterrar el diésel.
Vidal de la Peña también ha tachado de "temerarias" las declaraciones de la ministra y reclama una reforma fiscal que suprima el impuesto de matriculación y oriente el de circulación de forma que se base en emisiones en lugar de la cilindrada y la potencia.
Faconauto tampoco ve con buenos ojos la subida impositiva al diésel y pide que "antes de dar por muerto al diésel, el Gobierno lidere el proceso de descarbonización de la movilidad, que debería ser progresivo y ordenado".
Esta subida impositiva se añade a la incertidumbre provocada por la entrada en vigor el 1 de septiembre del nuevo ciclo de homologación WLTP.
Para el usuario, significa que los coches se anunciarán con consumos (y autonomías en el caso de los eléctricos) más acorde con la realidad. Anfac pronostica que si el Gobierno no varía la fiscalidad, la producción caerá entre un 7 % y un 10 % en 2019.