Porsche ha confirmado que su nueva factoría dedicada a la producción de motores V8 será la en encargada de suministrar al resto de marcas del grupo VAG los bloques V8. Esto significa que a medio plazo Audi ya no tendrá su propio motor V8 para el nuevo A8 y que Bentley, que usa el actual V8 4.0 litros de Audi (en el Continental GT, por ejemplo), terminará usando el de Porsche para su nuevo Mulsanne, y más tarde para el resto de la gama.
El nuevo V8 Porsche de 4.0 litros y sobrealimentado, que equipará primero al nuevo Panamera, se caracteriza por tener sus dos turbos entre las dos bancadas de cilindros. En el nuevo Porsche Panamera Turbo, este motor eroga 542 CV, es decir tanto como el Panamera Tubo S saliente, y lo hace con un motor 800 cc más pequeño. Es también, según la marca, un 30 % más eficiente gracias a su desactivación de 4 cilindros en situaciones de media carga.
La nueva factoría, situada en la sede central de Porsche y de donde salen los 911, en Stuttgart Zuffenhausen, costó 80 millones de euros. Se prevé que sus 400 trabajadores fabriquen 200 motores al día. Además de los V8, también fabricarán los motores del Mission E, cuya salida al mercado está prevista para 2018.
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