Ferrari no se anda con historias ni medias tintas cuando se trata de los derechos de propiedad intelectual de sus modelos y de su marca. Y sin embargo, Ferrari ha perdido parcialmente la patente de su Ferrari 250 GTO, el Ferrari más caro de la historia de la marca. Concretamente, ha perdido el la propiedad intelectual de sus formas en juicio contra Ares Design. Y esto abre la puerta a que cualquiera pueda fabricar una réplica o un modelo inspirado en el 250 GTO. Algo totalmente impensable hasta ahora.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea ha dado la razón a Ares Design y ha anulado por caducidad los derechos de propiedad intelectual de Ferrari sobre el 250 GTO, contradiciendo la sentencia de un tribunal italiano que había dado el estatus de obra de arte al icónico coche de Ferrari.
Los abogados de Ares Design argumentaron que si bien Ferrari había registrado las formas de su 250 GTO como propiedad intelectual, no las habían usando durante un periodo consecutivo de más de cinco años, perdiendo así de facto la propiedad intelectual, pues esos derechos habían así caducado. Si bien Ferrari ha perdido los derechos sobre el coche, no ha perdido los derechos en cuanto a miniaturas, maquetas, juguetes, videojuegos y toda clase de merchandising.
Como la gran mayoría de los ingresos de Ferrari proceden de los royalties y de la venta de merchandising, que haya perdido esta batalla judicial no es el fin del mundo a nivel económico, sin embargo sí tiene su importancia en una cuestión de imagen. Y es que ahora cualquiera puede hacer un 250 GTO...
No creemos que afectará significativamente al valor de los 250 GTO actualmente en circulación. Son todos conocidos y Ferrari tiene un registro de todas las unidades, tanto de las supervivientes como de las que no. Recordemos que tan solo se fabricaron 39 unidades entre 1962 y 1964. En 2018, RM Sotheby's subastó un 250 GTO de 1962 (el chasis número 3413) por 48,4 millones de dólares.
De hecho, en el mercado abundan las réplicas de los Shelby Cobra y Ford GT 40 y no por ello el valor de las unidades auténticas ha disminuido, al contrario. Los coleccionistas están dispuestos a pagar lo que sea por una unidad auténtica.
Sin embargo, sí puede ser un problema tanto para la marca en general como para el departamento de los one-off . Si alguien saca una réplica o una reinterpretación de ese modelo y a su vez patenta esas formas, Ferrari ya no podría sacar una serie especial o un one-off en homenaje a uno de sus modelos más emblemáticos.
Todo surgió de Ares Design, el estudio de diseño liderado por Dani Bahar y situado en...Módena. Después de realizar varios proyectos, incluyendo el Panther Progettouno, una recreación del DeTomaso Pantera sobre la base de un Lamborghini Huracán, uno de los proyectos que tenían en mente era una interpretación moderna del 250 GTO sobre la base de un Ferrari F12 o 812 Superfast. Ares Design tenía la intención de fabricar 10 unidades de ese modelo.
Ferrari no es el primer fabricante en perder sus derechos por caducidad
No es la primera vez que se aplica esa regla de la caducidad tras cinco años en desuso en los casos de propiedad intelectual. Ineos, que ha presentado recientemente su 4x4 Grenadier, ha ganado así el derecho de fabricar un modelo prácticamente clavado al Land Rover Defender, sin que Land Rover pueda tan siquiera cobrar un royaltie por ello. Para la anécdota, Ineos es propiedad de Jim Ratcliffe, magnate de la industria química acérrimo pro-Brexit, pero que no duda en usar el derecho comunitario si le conviene.
En España, está regla se hizo famosa con la batalla que rodea el uso y la propiedad de la marca Hispano-Suiza. Por una parte tenemos a la Hispano Suiza Cars, propiedad de la familia Suqué Mateu, heredera de uno de los dos fundadores de la marca, Damián Mateu, y por otra tenemos a Hispano Suiza Automobile Manufaktur AG, empresa austriaca propiedad del ex diseñador de Audi Erwin Leo Himmel. Himmel tuvo durante un tiempo un estudio de diseño en la zona alta de Barcelona, Fuore Design, y en el que ejerció de consultor para varias marcas de toda clase.
Y eso explica porque tanto la familia Suqué Mateu como Erwin Himmel presentan a menudo un nuevo modelo bajo la marca Hispano-Suiza, para no perder los derechos sobre ella. Aunque de momento, solo el proyecto del Hispano-Suiza Carmen goza de cierta legtimidad histórica y parece tener un mínimo de viabilidad.
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