El gigante de la logística Maersk ha firmado un memorando de entendimiento con el Gobierno de Egipto para acelerar la producción de combustibles ecológicos a gran escala.
Los biocombustibles pueden fabricarse a partir de sustancias como el aceite vegetal y son compatibles con varios motores marinos comerciales e infraestructuras de combustible existentes, aunque presentan algunos inconvenientes.
Las partes llevarán a cabo un estudio de viabilidad antes de finales de 2022 para valorar la producción en masa de hidrógeno y combustible marino verde en Egipto, con Maersk como comprador.
"Egipto tiene excelentes condiciones para la producción de energía renovable y aspira a convertirse en líder mundial en la cadena de valor de la energía verde", han dicho desde Maersk.
Lo cierto es que el viento y la radiación solar directa son los mayores aliados del país africano en este escenario. A pesar de ello, sus emisiones de CO2 han crecido un 190 % desde 1990, con el petróleo y el gas natural como fuentes primarias de energía:
Según datos del Gobierno, Egipto está trabajando para aumentar el suministro de electricidad generada a partir de fuentes renovables del 20 % en 2022 al 42 % para 2035, con la energía eólica proporcionando el 14 %, la hidroeléctrica el 1,98 %, la fotovoltaica el 21,3 %, la eólica el 14 % y la solar un 5,52 %.
Aún así, las fuentes de energía procedentes de combustibles fósiles seguirán suponiendo casi 60 % en 2035, de acuerdo a los datos.
Según apuntan desde World Energy Trade, los biocombustibles suelen ser más caros que los combustibles fósiles, y sería necesario un gran aumento de la producción para satisfacer la demanda marítima.
Entre los combustibles que se presentan como alternativa a los derivados del petróleo encontramos el metanol, líquido a temperatura ambiente pero con menor densidad de energía que el combustible tradicional.
También está el amoníaco, que puede ser fabricado junto al hidrógeno verde pero al igual que el metanol es menos denso energéticamente.
Por otro lado, si bien la electrificación de los barcos está cada vez más extendida, la capacidad actual de las baterías y la falta de infraestructura hacen inviable democratizar su uso para grandes buques mercantes.
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