Si por algo se caracteriza China, además de por ser la fábrica del mundo, es por su papel como mayor contaminador del planeta. Los datos muestran que se sitúa en el número uno, y las emisiones de CO2 per cápita se han disparado un 207 % desde el año 2000 (un 244 % si hablamos de emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles).
Y aunque sigue apostando muy fuerte por el carbón, algunos estudios apuntan a que también lo está haciendo a velocidad récord con las energías renovables: se había propuesto alcanzar su objetivo en instalaciones eólicas y solares en 2030, y parece que lo va a lograr este mes.
China se había propuesto un objetivo para 2030 que casi ha cumplido
En 2023, la construcción de nuevas plantas de carbón alcanzó en China su máximo en ocho años y representa alrededor del 60 % del uso de carbón del mundo, según datos recogidos por The New York Times. Pero los pronósticos apuntan a que, si bien las emisiones contaminantes no van a disminuir, tampoco van a aumentar.
Esto de sebe en parte a la enorme crisis inmobiliaria que atraviesa el país, un lento desempeño de la economía tras la pandemia, el impulso de los coches eléctricos y el desplazamiento del carbón para generar electricidad en aras de las renovables. Un informe de Climate Energy Finance apunta a que China está en camino de alcanzar su objetivo de lograr 1.200 GW en instalaciones eólicas y solares este mismo mes: alcanzó 1.152 GW a finales de mayo, un mes en el que el 44% de la energía que se utilizó fue renovable, es decir, solar, hidroeléctrica y eólica.
El plazo original era 2030, por lo que lleva seis años de ventaja. La energía solar sigue siendo líder en el país en cuanto a capacidad agregada, habiendo instalado 79,2 GW entre enero y mayo de 2024 y representando el 68% de su nueva capacidad total. Le sigue la energía eólica como la segunda forma de energía nueva más instalada en China, alcanzando un total de 19,8 GW de capacidad nueva en lo que va de 2024.
De hecho, las gigantescas instalaciones de energía eólica en el país asiático suponen casi el 65 % del total a nivel global. En los próximos meses, se espera que el Gobierno chino revele nuevos compromisos para reducir las emisiones antes de la cumbre climática patrocinada por las Naciones Unidas, la COP 29, que se celebrará en noviembre en Azerbaiyán, y quizá podremos saber si China ha alcanzado su nivel máximo de emisiones.
De momento sabemos que hace un año, el 60% de la energía que utilizaba China provenía del carbón y del gas (combustibles fósiles). Ahora, ese porcentaje se ha reducido al 53% y la cuota de la energía limpia, es decir, de la energía renovable, se ha incrementado hasta el 44%.