Los británicos tienen una relación especial con las furgonetas. Les gustan los vehículos industriales, pero también les encantan los coches deportivos así que era de esperar que hicieran algo como esta Volkswagen Transporter T6.1 Sportline.
La división británica de vehículos comerciales de Volkswagen ha decidido lanzar na versión especial de la Volkswagen Transporter, una preparación que nos recuerda a los Volkswagen Golf GTI de la casa alemana.
Volkswagen Transporter T6.1 Sportline: una furgoneta con aires de GTI
No es la primera vez que vemos algo similar. De cuándo en cuándo nos llega desde el Reino Unido alguna Ford Transit preparada. Les pirran las Transit, pero tampoco le hacen ascos a otras furgonetas.
La Volkswagen Transporter T6.1 Sportline se viste con un nuevo traje deportivo que incluye un frontal con mucha más mala leche. La parrilla delantera ha crecidor considerablemente en dimensiones e incorpora una franja roja típica de los modelos GTI de Wolfsburgo.
Si miramos un poco más abajo también vemos un paragolpes que dispara su agresividad con unos nervios exagerados, grandes entradas de aire (aparentemente falsas) e incluso un splitter inferior como remate.
En la vista lateral siguen las novedades con unas grandes llantas de 18 pulgadas pintadas en negro alojadas en el interior de unos pasos de rueda ensanchados y una batalla vestida por nuevas taloneras.
Acabando con la parte trasera también hay cambios, con un alerón colocado en lo alto del techo y un paragolpes trasero más marcado. Los cambios se rematan con una rebaja en altura de 3 cm y una oferta de colores que incluye el Indium Grey de las fotos, Cooper Bronze, Fortana Red y Ravenna Blue.
No se han facilitado fotografías del interior, pero la marca asegura que hay nueva tapicería en cuero Nappa, asientos delanteros más completos con calefacción y ventilación, el cuadro de mandos digital de la casa y remates específicos.
Debajo del capó no hay novedades, ya que la mecánica está inalterada aunque eso sí, se ha escogido la más potente de las disponibles, es decir, un motor 2.0 TDI de 204 CV asociado a una caja de cambios automática DSG de doble embrague y siete relaciones.
Adicionalmente también se puede optar por la Black Line (la que acompaña a estas líneas), que a todo lo anterior añade otro juego de llantas, suspensión coil over, lunas tintadas y barras laterales rematadas en negro mate.
Muy pintona esta Volkswagen Transporter T6.1 Sportline, pero todo tiene un precio. En este caso arranca en algo más de 49.500 euros (42.940 libras esterlinas al cambio de hoy) y 52.077 euros (45.140 libras esterlinas) para la versión Black Line.
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