La ruptura anticipada entre McLaren y Honda ha copado toda la atención del mundo de la Fórmula 1 en las últimas semanas. Que el fabricante japonés haya tenido que dejar el equipo de Woking por la fuerza ha sido un duro varapalo para una compañía y no han dudado en manifestarlo de tal forma.
Sin embargo, por suerte para ellos, la organización de la Fórmula 1 intervino en el conflicto para tratar de buscar una solución para Honda que se veía en casa la próxima temporada sin haber llegado a amortizar su inversión. Para ello, entró a formar parte de la ecuación Toro Rosso. La próxima temporada montarán sus propulsores pero, de momento, pocos parecen haberse sentado a pensar en ello.
Honda llegó a la Fórmula 1 con la intención de ganar carreras y, aunque por el momento, no lo ha conseguido seguirá luchando por ello junto al equipo Toro Rosso. Los de Faenza dejarán de trabajar con Renault al final de la temporada para convertirse en el nuevo conejilo de indias de Honda.
Por varias razones. La principal, porque Honda sigue sin dar con la clave para hacer un motor fiable que les permita a Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne acabar las carreras y la segunda, porque son la avanzadilla para su hermano mayor, Red Bull.
Los de las bebidas energéticas cuentan con un contrato con Renault hasta 2019 y para ese momento los japones han conseguido hacer un buen propulsor, su implantación sería el paso lógico a dar. El equipo liderado por Christian Horner ha manifestado en más de una ocasión su descontento con los motores que actualmente montan, incluso llegaron a insinuar que podrían fabricar sus propios motores, por lo que esta situación les viene al pelo.
¿Qué podemos esperar de 2018?
Los inicios nunca son sencillos. Honda ya ha anunciado que volverá a hacer un cambio radical en sus propulsores para la próxima temporada por lo que habrá que comenzar con parte de su desarrollo desde cero. Por lo que a las labores de adaptación del monoplaza, habrá que sumarle el tiempo de trabajo en pista que se requiere para hacer los últimos retoques en los nuevos motores.
Toro Rosso, por el momento, no ha anunciado cuál sera su alineación para la próxima temporada. Tras la marcha de Carlos Sainz a Renault, tan solo queda saber si Daniil Kvyat seguirá formando parte del equipo o si Helmut Marko, optará por dar una oportunidad a dos de sus jóvenes promesas.
Más aún, la relación con Honda comenzó gracias a una de ellas. Pierre Gasly compite en la Superfórmula Japonesa junto con Honda esta temporada por lo que la conversaciones entre ambas partes era fluida antes incluso de todo el revuelo.
El otro de los pilotos con opciones a tener un asiento -aunque no forme parte del Red Bull Junior Team- es Nobuharu Matsushita. El piloto japonés ya firmó como tercer piloto de McLaren Honda 2016 y actualmente compite en la GP2.
El tercer hombre en discordia que a simple vista podría tener opciones, aunque ni es piloto Red Bull ni tiene relación con el fabricante nipón, es Sean Gelael. El piloto indonesio de GP2 ha tomado parte en los test de jóvenes pilotos y alguna sesión de entrenamientos libres de viernes junto al equipo de Franz Tost esta temporada.
Sea como sea, Toro Rosso tendrá un complicado 2018 por delante. Quizá la hipotética ausencia de resultados por parte de Honda no resulte tan angustiosa como lo ha sido en McLaren si mientras, sus inexperimentados pilotos pueden ir haciéndose a la categoría.
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