Aunque lleva ya mucho tiempo hablándose sobre ello y el debate se intensifica a raíz de accidentes con tan dramáticas consecuencias como el sufrido por Jules Bianchi en Suzuka, parece que definitivamente los cockpits cerrados van a aterrizar en la Fórmula 1 probablemente a partir ya de la temporada 2017.
Al menos, eso es lo que han solicitado unánimemente los pilotos para dar un paso más allá en su seguridad y la FIA ha recogido de buen agrado. De hecho, según revela Autosport, mañana mismo se estarían presentando a los directores técnicos de los equipos tres soluciones diferentes para proteger la cabeza de los pilotos.
La propuesta "halo" de Mercedes toma ventaja
Según parece, la semana pasada se estuvieron acabando de probar las tres alternativas que están sobre la mesa, habiendo tomado ventaja la propuesta conocida como "halo" que planteó inicialmente Mercedes y que de hecho no supondría un cierre completo del cockpit, como se puede comprobar en la foto de portada y en el vídeo animado que realizó Giorgio Piola cuando Mercedes presentó la solución.
El principal objetivo de estos cierres de cockpit propuestos es proteger la cabeza del piloto del impacto de objetos voluminosos, fundamentalmente ruedas, mientras están rodando en pista. Por contrapartida, los pilotos deberán lidiar con un nuevo elemento colocado entre sus ojos y la pista.
Se espera que la solución "halo" no afecte al pilotaje
Aunque se asegura que no tiene mayor impacto en la conducción, viendo las imágenes parece realmente incómodo tener que pilotar con un soporte de ese estilo justo enfrente de tu visual. Pero en cualquier caso, la seguridad es absolutamente prioritaria, y habrá que adaptarse a la solución que finalmente se adopte por el bien de los propios pilotos.
Sin embargo, hay que ser conscientes que hay fatalidades que no pueden ser evitadas ni tan siquiera con soluciones como este "halo" de Mercedes, como por ejemplo el ya mencionado accidente sufrido por Jules Bianchi, en el que la deceleración del impacto desencadenó el fatal desenlace. Otros como por ejemplo el que le costó la vida a Justin Wilson sí pueden evitarse.