Aunque no lo parezca, este fin de semana vuelve la Fórmula 1 con el Gran Premio de Hungría que se disputará en el Hungaroring. Las noticias, sin embargo, siguen estando protagonizadas por la muerte de Jules Bianchi, primer piloto que muere debido a un accidente durante un Gran Premio de Fórmula 1 desde Ayrton Senna en 1994.
Como ya sucediera entonces, parece que no hay demasiadas ganas de volverse a subir a un coche de Fórmula 1 para buscarle los límites. No deja de ser normal, por otro lado. Además, mañana martes Jules Bianchi será enterrado en Niza, momento que sin lugar a dudas tendrá una carga emotiva importante para todos sus familiares, incluyendo ahí su "familia" de las carreras.
Los homenajes a Bianchi se han sucedido desde que la noche del viernes se conociera su fallecimiento. Desde las declaraciones de pilotos, equipos e implicados (o no) en el mundo del motorsport, hasta la emotiva dedicatoria de la victoria de Max Chilton en las Indy Lights. La consternación es más que evidente, aunque en el fondo haya sido una muerte esperada, después de 9 meses en coma en los que la propia familia reconoció perder toda esperanza de un final feliz.
Un merecido homenaje a Jules Bianchi en el GP de Hungría
Sin embargo, y aunque la despedida formal vaya a ser el martes en el entierro, toca darle una emotiva despedida a Jules Bianchi donde no debe ser olvidado nunca: en el entorno de una Gran Premio de Fórmula 1.
Este fin de semana en Hungría a buen seguro que serán muchos los actos en recuerdo de Jules Bianchi, e incluso se ha comentado de dejar libre la primera línea de la parrilla de salida para la carrera del domingo, como ya se hiciera en Mónaco tras el fallecimiento de Ayrton Senna en el 94.
Sea como sea, este Gran Premio de Hungría va a estar inevitablemente marcado por Jules Bianchi. Como debe ser.