Además de la victoria de Fernando Alonso, el dominio de Ferrari, la mala suerte de Sebastian Vettel y el debut de Hispania Racing F1 Team, el Gran Premio de Bahréin nos dejó un sabor agridulce. La carrera fue más bien aburrida y eso no ha pasado desapercibido a nadie. La ausencia de repostajes y unos neumáticos blandos que aguantan 20 vueltas hicieron que la estrategia pasara totalmente desapercibida.
Los equipos, principalmente aquellos que en Bahréin lo hicieron mal, han vuelto a plantear la posibilidad de establecer obligatoriamente dos paradas. Una propuesta que ya se puso sobre la mesa durante la pretemporada y que finalmente fue desestimada. Más pasos por el pit-lane podría implicar más cambios de posiciones, pero realmente lo que queremos los aficionados es que los movimientos se produzcan en la pista. Queremos adelantamientos y lucha en carrera.
Para que veamos esa tan deseada lucha también han aparecido otras ideas. El piloto de Lotus F1 Racing, Heikki Kovalainen ha propuesto que desaparezcan las banderas azules de las carreras. De forma que los pilotos que vayan a ser doblados puedan luchar por la posición con otros que lideran la carrera. Con monoplazas molestando por el camino, los líderes podrían perder tiempo, y con ello se permitiría a sus perseguidores acercarse.
Propuesta original la de Kovalainen, al menos en el automovilismo europeo. En la NASCAR, cualquier piloto puede luchar su posición, vaya primero o vaya último. Eso provoca el efecto deseado en ocasiones, aunque también provoca situaciones estúpidas como que alguien que lucha por la carrera se vea envuelto en un incidente con alguien que está en el fondo de la clasificación.
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