A raíz de un post mío sobre las razones (basadas en datos puros y duros) de porqué Danica Patrick no debería tener un asiento en la Fórmula 1, en Racingpasión hemos reabierto por enésima vez la discusión (en el buen sentido) sobre si a día de hoy hay mujeres capaces de llegar a la máxima categoría.
Varios son los nombres que nos pueden sonar además del de Danica Patrick. Natascha Gachnang que ha disputado este año la F2; Carmen Jordá en European F3 Open y Le Mans Series; la pareja del DTM, Sussie Stoddart y Katherine Legge; María de Villota en la Fórmula Palmer y la Superleague Fórmula, y otros que nos suenan menos como Simona De Silvestro, tercera en la Fórmula Atlantic en USA, o las compañeras de Patrick en IndyCar Series, Sarah Fisher y Milka Duno. Todas, salvo Patrick y De Silvestro con actuaciones discretas a lo largo del año.
Tener a una mujer piloto en la Fórmula 1 es uno de los sueños de Bernie Ecclestone y dicen las malas lenguas que alguna escudería de las nuevas tenía una claúsula para que ese sueño se hiciese realidad. ¿Pero sería por la calidad del piloto o por pura imagen?. Siendo honestos, muchos han sido los pilotos que han llegado a la Fórmula 1 pagando sin tener, ni de lejos, la calidad suficiente. Eso de que en el Gran Circo están los mejores 20 pilotos del mundo está lejos de ser verdad.
La Fórmula 1 va a seguir siendo un negocio por encima de cualquier otra cosa, así que por esa razón, sí, hay sitio para una mujer piloto igual que hay sitio para pilotos como Kazuki Nakajima, Yuji Ide, Scott Speed… Aunque a día de hoy no hay ninguna que sobresalga lo suficiente como para ganarlo por meritos propios.
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