A espera de poder empezar a ver las líneas maestras de los principales contendientes al título del nuevo mundial de Fórmula 1 que arrancará en poco más de un mes en Australia, el Williams FW37 ha sido el primer monoplaza en ver la luz oficialmente en la portada de la revista inglesa F1 Racing, como ya hiciera el año pasado. Una forma peculiar de presentarse, aunque por el hecho de ser el primero, le da un empuje mediático interesante.
El primer aspecto que salta a la vista, cómo no podía ser de otra forma, es el nuevo morro para 2015, mucho más corto que los que se vieron la temporada pasada. El debate sobre el nuevo aspecto de los morros de los monoplazas había sido intenso en esta pretemporada, después de que la FIA modificara el reglamento que nos llevó a ver verdaderos esperpentos en 2014. Pero vista la solución de Williams, no tengo demasiado claro que el remedio sea mucho mejor que la enfermedad.
Tampoco hay que obviar una realidad técnica que seguro ha traído de cabeza a muchos equipos a la hora de decidirse por el moldeado final de la nariz de los monoplazas: ese es el punto en el que el flujo de aire toma contacto por primera vez con la carrocería del coche, y eso, dada la creciente importancia de la aerodinámica en esta Fórmula 1, es algo que debe estudiarse minuciosamente antes de tomar la decisión final. Lo hemos oído millones de veces, pero nunca está de más recordarlo: la parte frontal del monoplaza condiciona el funcionamiento aerodinámico del coche entero.
Al parecer, todos los morros de los monoplazas serán muy parecidos en esta temporada, considerando el nuevo artículo 15.4.3 del reglamento técnico que los regula. Mucho se ha hablado de si serían similares al de Ferrari en 2014, o más bien se seguiría una línea más estilo Red Bull, pero sea como sea, y a falta de ver el resto de soluciones, el objetivo de hacerlos más bonitos no ha conseguido su objetivo. ¿A vosotros os gusta?
Por cierto, sobre el Williams, que es el protagonista que ha generado este post, sigo pensando que podría ser mucho más bonito de lo que es. Esa decoración Martini está muy infrautilizada, aunque supongo que pagar unos cortos 15 millones de euros anuales no da para mucho más. Una pena, porque el look general de este Williams podría ser realmente espectacular.
Imagen | F1Racing