Alguien ha pagado casi 680.000 euros por un Ford Sierra RS Cosworth de serie. Es cierto que el coche ha sido mantenido de manera muy meticulosa, que apenas ha recorrido más de 8.000 km desde que se matriculó y que se trata de una de las 500 unidades del RS500, una serie limitada del RS Cosworth.
El coche se vendió este fin de semana en una semana organizada por Silverstone Auctions. Para este Cosworth RS500 la casa de subasta había realizado una estimación previa de entre 150.000 y 180.000 libras (entre 170.000 y 204.000 euros), confiando que el coche podría batir el anterior récord para un Cosworth RS500, vendido por 132.750 libras (150.000 euros).
No sólo batió el récord, lo pulverizó: el precio de venta fue de 592.250 libras esterlinas (680.000 euros), es decir, casi 200.000 euros más que el precio de partida de un Ferrari SF90 Stradale nuevo.
Si bien el Ford Sierra RS Cosworth tiene un sitio especial en el panteón de los homologation specials, esta unidad no tiene nada especial más allá de su estado de conservación casi perfecto. No fue de una persona famosa y tampoco participó en alguna competición.
Su máxima hazaña es la de haber apenas circulado de media unos 220 km al año desde que salió de fábrica en 1987. Eso sí, el coche está literalmente como nuevo. La atención al detalle del vendedor incluye la búsqueda de filtros de aceite y combustible originales de época pero nuevos y en su embalaje (new old stock), junto con un juego de llantas y neumáticos de RS500 de época para conservar los originales.
El Ford Sierra RS Cosworth, un modelo legendario de los años 80, aseguró la participación de Ford en el Campeonato de Turismos del Grupo A. La versión definitiva de este modelo es el RS500.
De los 5.545 Ford Sierra RS Cosworth producidos, con su famoso e imponente alerón trasero, 500 unidades recibieron un tratamiento especial: el motor Cosworth de 2 litros derivado de la competición y que entregaba 227 CV a 6.000 rpm, además de modificaciones en el chasis.
Estas mejoras permitieron a Ford hacer algunos ajustes en la categoría Evolution al coche de carreras. En esa época para homologar un coche en carreras, el fabricante debía fabricar al menos 500 unidades de ese modelo. Ford no se lo pensó dos veces y cumplió por la mínima en un proceso un tanto costoso.
El Ford Sierra RSCosworth de serie se fabricaba entonces en Bélgica. Los coches eran enviados a Inglaterra donde el especialista Tickford desmontaba parcialmente el coche y lo convertía en RS500.
Era un proceso muy ochentero en el que los coches muy especiales cruzaban varias veces Europa o el Atlántico para su fabricación. Fue el caso de los Audi RS 2, Mercedes-Benz E 500 y Lotus Omega o Cadillac Allante, por ejemplo.
En el microcosmo de los coches clásicos, los modelos que superan el medio millón de euros son habitualmente modelos de carrera muy especiales o bien de alguna marca de prestigio y lujo italiana, alemana o inglesa.
Pero ahora, quizá también haya que ir contando con modelos deportivos de marcas generalistas de los años 80 y principios de los 90. Y es que son coches con los que los que tienen hoy más de 40 años soñaba cuando eran niños. Incluso hoy en día son coches que hacen soñar.
De hecho, se alcanzó esa cifra extraordinaria porque sólo dos personas que se empeñaron que querían ese coche sí o sí, pujaron hasta niveles nunca vistos antes para un Ford Sierra. Y esas situaciones se suelen dar por pasión, no si se ve el coche como una inversión.
Fotos | Silverstone Auctions