Mad Max se moriría de ganas por conducir este aparato. Es un Ford Falcon GT, solo se comercializa en Australia y da 450 CV. Pero este ejemplar uniformado, con inyectores de mayor caudal y nuevo escape, consigue 536 caballos. No quisiera verlo nunca en mi retrovisor.
Este coche es un demostrador de la policía de Nueva Gales del Sur para que flipe el personal… y es una amenaza velada de que como lo pongan en la calle nadie se va a escapar de él. Actualmente lo más rápido de la policía de Australia es un Holden Special V8 con unos 440 caballos.
El terror de los conductores chungos tiene radar, lectura de matrículas y diversos ordenadores a bordo, 100.000 dólares australianos en equipo. Es el número 150 de serie limitada, y conmemora el 150 aniversario del cuerpo policial en cuestión.
Le queda mejor el blanco que el amarillo de la MFP Patrol, que por cierto, también era un Falcon GT, pero de los 70. Que el jinete nocturno se ande con cuidado.
Vía | Autoblog
Fuente | News.com.au
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