Si nos preguntan a qué público está dirigido el Abarth 500 posiblemente la mayoría pensaríamos en gente joven que busca un coche deportivo. Sin embargo según me han comentado desde Fiat sus principales compradores son gente más mayor que recuerda la marca del escorpión en sus años clásicos.
Teniendo en cuenta esto la idea del Abarth 500C encaja perfectamente con ese público que busca un coche de paseo para el fin de semana. Y, sorprendentemente, podemos decir que la elegancia predomina sobre la deportividad, al menos en la configuración de colores escogida para el modelo mostrado en el Salón de Ginebra.
Pintura blanca y negra en la carrocería con una línea en rojo, y un interior con la misma configuración combinada con cuero marrón de sus asientos deportivos hacen del pequeñín un genial coche de fin de semana.
Pero ojo, lo cortés no quita lo valiente, y el Abarth 500C equipa un nada despreciable 1.4 turbo de 140 CV, potencia más que considerable para un pequeño utiitario.
Y no, la señorita no viene de serie, pero estaba tan bien situada que hasta le pareció mal que le pidiese que se retirase del coche para poder hacerle fotos al interior. ¡Qué obstáculos se encuentra uno a veces para hacer su trabajo!
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