Esta monstruosidad se vende en eBay por un precio que alcanza ahora los 10.000 dólares. Se trata de un Pontiac Fiero de 1988 que su dueño ha pretendido transformar en algo que nos recuerde a un Ferrari Enzo.
Sí, tiene cosas que nos recuerdan a un Enzo: el morro ancho y aplanado, las luces estrechas y verticales… pero creo que esto no es la idea, pegarle un caballo a un coche no significa que sea más bonito. De hecho lo hace horrible. Y lo peor es que ya han pujado por él 20 personas. En un país donde un Mustang cuesta la quinta parte.
Su interior está al mismo nivel truñing que el exterior, amarillo canario para quemar las retinas (el volante en dos tonos distintos de amarillo), tres sistemas de audio (la radio del coche y dos más) y una pantalla para ver The Fast and the Furious mientras haces botellón.
Su parte trasera, cuatro tubos de escape pegados y unas necesarias pegatinas de GT Enzo y F1. Sólo me queda el consuelo de pensar que se encuentra a miles de kilómetros de aquí.