Incluso cuando en el garaje de casa tienes un Ferrari LaFerrari, un McLaren P1, un 458 Speciale o un Aventador Roadster, un coche realmente especial puede hacerte ilusión. Y sino que le pregunten a Christine, mujer de Benjamin Sloss, vicepresidente de ingeniería de Google, quien acudió al circuito de Fiorano pensando que iba a pilotar su Ferrari 599 XX, pero se encontró una grata sorpresa.
Su marido le había preparado un regalo de cumpleaños muy especial. Bajo una sábana roja, todo un Ferrari FXX K de color amarillo y negro, que como bien sabéis es la bestia de circuito más rápida y radical que fabrica Ferrari. Combina un enorme motor 6.3 litros V12 con un motor eléctrico, para una potencia total de unos 1.050 CV y un par máximo de 900 Nm, que se dice pronto.
Poco después de destapar al animalito, del mismo color que todos los demás Ferrari de su colección personal, Christine se puso el mono de competición y saltó a la pista. Según Ferrari, después de unas pocas vueltas ya estaba rodando en 1 minuto y 20 segundos, con pasajero, bastante cerca del récord del FXX K en Fiorano.
"Normalmente soy 2 ó 3 segundos más rápido por vuelta que ella en los trackdays, y teniendo en cuenta que el coche es unos 3 segundos por vuelta más rápido que el mio (refiriéndose al 599 XX en Fiorano), nos ponemos a la par. Ella está mejorando más rápido que yo, así que pronto tendré una esposa a la fuga a la que perseguir en la pista. Y es una gran forma de pasar el día juntos", afirmaba el propio Sloss, reconocido petrolhead.
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